Helen estaba junto a Andromeda y Astoria sentadas en el salón de la Mansion Greengass - Lestrange.
— Y eso es lo que vas a decir, ¿Entendiste? — ordenó Helen a Astoria.
La pelinegra dijo — ¡Está bien!
En ese momento, Hermione llegaba a su casa, su madre muy contenta le dijo — tu tía tiene rato esperandote, hija
— Buenos días, tía — saludó Hermione.
Helen devolvió el saludo, para luego explicarle a Hermione su decisión — aquí estamos tratando de arreglar el problema de tu hermana.
— ¿Abraxas va a permitir que regrese con él? — preguntó Hermione.
— Yo lo voy a permitir — aseveró Helen cortante — no por ella, sino por la criatura — siempre y cuando se confirme que es de mi hijo, pero comprenderás que tendrá que salvar la dignidad de Abraxas por lo menos ante la gente — por eso dirá que Draco después de fugarse, que como estaba mal herido se refugió aquí y luego cuando se lo llevaron sus hombres — también decidió llevarse a tu hermana por miedo a que los delatara — y la soltó días después cuando tuvo fuerzas para dejar el pueblo.
— ¿Y van a acusar a esa pobre gente, que no tiene la culpa? — cuestionó Hermione — no estoy de acuerdo.
Andromeda enfurecida grito — ¡No me digas, que te importan más esos pelados que tu hermana!
— Ni es justo, ni tampoco es la verdad — grito ahora Hermione — ella se fue con Draco porque quiso.
— Tú harás lo que se te ordené — replicó Helen molesta por la actitud de su sobrina — mi familia no va a sufrir por las sinvergüenzadas de ustedes.
Hermione decidida refutó — mejor ahorremonos palabras, tía — si Draco está en la situación en la que está es por la sinvergüenzadas de otros que lo metieron a la cárcel sin tener la culpa — no voy a cambiar de parecer. Y se retiro a su recámara muy molesta.
— Ay, Dios mio ¿Qué hacemos? — susurró Dromeda
— Tu hija dirá misa — dijo Helen poniéndose de pie — ya veremos si su palabra pesa más que la nuestra. Luego se giró hacia Astoria — mañana estarás muy temprano en la casa, para que te revise el doctor — ordenó. Una vez dada sus ordenes y recibiendo el agradecimiento de la tonta de Andromeda se retiró del lugar.
— ¿Hija que podemos hacer con tu hermana? — preguntó Dromeda a Astoria.
— ¡Matarla! — susurró Astoria decidida.
— Ni en broma, te permitió decir eso — respondió Andromeda.
La pelinegra se la quedó mirando como una loca, se giró y sin despedirse subió las escaleras hasta su recámara. Acción que fue aprovechada por su madre para ir a buscar a Hermione.
La castaña renegaba en su recámara, al poco tiempo su madre golpeó su puerta y entró enfurecida — no puede ser que no comprendas de razones — dijo — te saliste con la tuya no, ya no se culpara a Draco.
— La que no entiende nada aquí soy yo — refutó Hermione — no puedo creer que mi madre esté dispuesta a mentir, a calumniar a unos desdichados solo para esconder la honra de una sinvergüenza.
— Pero se trata de mi hija, Hermione — gritó Andromeda — de tu hermana.
— ¿Y eso qué, mamá? — cuestionó Hermione — yo conozco a esas personas, son nobles mamá, gente fiel, buena — quieres que los acuse de algo que no hicieron solo para esconder la lujuria de Astoria.
ESTÁS LEYENDO
Corazón de Dragon
RomanceDraco Corazón de Dragon es el hijo bastardo de un millonario hacendado, criado en venganza por su padrastro como un monstruo desalmado y vil. Conocido como un pirata que obtiene lo que quiere a la buena o a la mala. Dinero, Vino y a las mujeres más...