Corazón de Dragon

Capitulo # 87

Andromeda corría con las sábanas en la mano, pero fue interceptada por Hermione que le dijo — yo abro mamá.

— Buenos días — saludó Hermione, pasen por favor y abrió más la puerta para que entrarán, Pansy, Lya y Charlie.

— Buenos días — devolvió el saludo Charlie y acercándose a ella dijo — mil disculpas por haberla he ho venir a pesar de su reciente viudez.

— No se preocupe — dijo Herms y acto seguido presentó a su madre a los ya presentes — Andromeda Black Viuda de Greengass.

— ¿De los Condes de Greengass? — cuestionó Charlie.

— Sí, mi difunto marido pertenecía a esa casa — respondió Andromeda.

Charlie Weasley se presentó e hizo una reverencia — a sus pies señora Condesa.

— Mucho gusto — respondió Dromeda.

— Les presentó a mi cuñada Pansy Parkinson Viuda de Weasley y mi sobrina Lya — explicó Charlie.

— Encantada — aseveró Andromeda.

Luego Charlie se dirigió a su pequeña familia y les dijo — Ella es la señora Hermione Greengass, dueña de esta casa.

Así Hermione los guió a un breve recorrido por la casa.

— Bueno este es el recibidor — dijo Hermione — si me acompañan les mostraré el comedor.

Pansy y Charlie seguían gustosos a la castaña, mientras Lya se quedó a ayudar a Andromeda para doblar las sábanas que cubrían los demás muebles.

Neville se escabullia por la puerta de atrás de la casa y se encontró con Meche.

— ¡Neville qué haces aquí! — preguntó sorprendída Meche.

— Venir a saludarte — respondió Neville.

Meche respondió — me encontraste de milagro porque ya no vivíamos aquí — la señora la va a alquilar.

— ¿Y donde están viviendo ahorita? — preguntó el mozo

— En casa de la mamá de la señora — refutó Meche — por cierto ahora que te veo Don Theo quiere que vayas a hablar con él.

Neville se agachó a su altura y dijo cansado — si ya lo sé.

— El dijo que no tuvieras miedo — aseguró Meche.

En ese momento entraba Hermione con los nuevos inquilinos a la cocina y se encontró a los jóvenes.

— Y está es la cocina — explicó la castaña ¿Qué tal Neville?

— Buenos días señora — saludó el mozo.

— ¿Sus criados? — preguntó Charlie.

— No, sólo la muchacha — respondió Hermione.