Capitulo # 55

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- ¿Alguien que de repente se hayan llevado? - preguntó el rubio.

- No más uno - respondió el anciano.

- ¿Cuándo? - preguntó el rubio.

Baldomero miraba a todos lados pensando.

- ¿El día que me trajeron a mi? - aseveró el rubio.

- Bueno si - respondió el anciano - ese día ya no lo vi.

- ¿Quieres decir que desapareció en la noche? - preguntó el rubio.

- Me imagino que sí - respondió el anciano.

- ¿Cómo era? - preguntó el rubio.

- Joven, casi un muchacho, se llamaba Chucho - aseveró el anciano.

- ¿Chucho q? - preguntó el rubio.

- De verdad no sé, aquí nadie pregunta los apellidos - respondió el anciano.

- ¿Me puedes averiguar? - preguntó el rubio.

Baldomero poniendose de pie contestó - ¡Si mi capitán!

- ¿Cuándo irás al bar del tuerto? - preguntó Draco.

- Es que no quiero ir a la cantina - respondió el anciano.

- En otro lugar entonces, ¿Quéue te parece el callejón atrás del mercado? - pregunto Draco.

- Bueno - respondió el anciano.

- Mañana a las 10 PM. - acotó el rubio.

- ¡Está bien! - confirmó el anciano.

Quiero ayudarlo porque nadie como usted ayuda a los pobres, pero tengo miedo.

- Se van a tomar todas las precauciones, se te va a dar dinero - no te vas arrepentir - explicó el rubio.

- ¡Está bien capitán! - dijo el anciano - con su permiso. Y se retiró dejando solo al rubio.

(""")

Astoria entraba a la oficina de Slugorn. Quería Ver a Draco.

- Sra. Astoria, es un gusto - aseveró el capitán - besando su mano.

- ¿Cómo ha estádo capitan? - preguntó la pelinegra

- Yo bien y ¿usted? - preguntó el capitán.

Me imagino que viene a ver a su cuñado

- Así es - respondió la pelinegra.

- ¿Cómo es posible que una señora tan fina este interesada en un pelado como ese? - preguntó Slugorn.

- Somos parientes - enfatizó la pelinegra.

- Por desgracia habrá - dijo el capitán.

- ¿Puedo verlo? - preguntó Astoria.

- Claro - respondió el capitán.

- Pero se me hace que las visitas cae van a acabar - aseveró el capitán.

- ¿Por qué? - Astoria preguntó.

- En cuanto lo sentencien ya no será tan fácil verlo - respondió Slugorn.

Por supuesto que usted y yo podemos ponernos de acuerdo.

- Además es un lugar muy feo para que una señora los frecuente - afirmó Slugorn mientras bajaba junto a Astoria a los calabozos.

- ¡Más feo para los que viven aquí! - respondió la pelinegra.

- Jajajaja - se burló el capital - eso sí, pero por algo están.

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