Capitulo # 52

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Además Draco ya está enterado de lo que Abraxas quiere - dijo la castaña - no se tal vez, se lo dijo Don Nott.

- No tienes idea de lo desesperado que está.

***

El tuerto se puso de pie y mirando al rubio le dijo - me da pena dejarte solo Draco.

- ¡No te preocupes! - contestó el rubio - te encargó mucho todo lo que sabes .

- Pierde cuidado Draco - dijo el tuerto.

- No hables de las visitas de Astoria - pidió el rubio.

- ¡No claro! - refutó el tuerto.

- ¡Nos veremos pronto! - dijo el rubio.

- ¡Juralo! - prometió el tuerto - saliendo de la celda.

***

Abraxas estaba en la sala de la casa de Andrómeda, mientras esperaba a Astoria.

La pelinegra bajaba las escaleras y se acercó al castaño para saludarlo.

- ¡Hola!

- ¿Qué tienes que decirme sobre Hermione? - preguntó el castaño - muy serio.

- ¿No te quieres sentar? - preguntó la pelinegra.

- Tal parece que cometimos un grave error al casarnos.

- Sin preámbulos y vete al grano - dijo el castaño - muy seco y distante.

- ¡De acuerdo! - aseveró la pelinegra.

- Según lo que me han dicho te ha entrado un amor repentino por mí hermana.

- Ella ha sido la mayor víctima en todo esto - dijo el castaño - y merece ser feliz.

- ¿Contigo? - preguntó la pelinegra.

- Sí - conmigo - respondió el castaño - muy seguro.

- Mí hermana siempre ha estado enamorada de ti - acotó la pelinegra.

- ¡Lo sé! - contestó el castaño.

- Pero mientras esté casada con Draco...

- ¡A ese infeliz! - gritó el castaño - se le va a quitar el apellido y su matrimonio quedará nulo.

- Pero para Hermione eso no va a servir - aseveró la pelinegra.

- Recuerda que es muy religiosa. Solo quedando viuda, se casaría de nuevo.

- ¿Qué me estás proponiendo? - preguntó el castaño.

- ¿Matar a Draco en la cárcel, a traición? - preguntó el castaño.

- No - contestó la pelinegra. Lo que propongo es que Draco y yo desaparezcamos - se puede fingir un accidente para que todos crean que hemos muerto.

- Y nosotros en el extranjero adoptamos nuevos nombres y así tú y Hermione, como viudos podrán casarse, pero para eso debes conseguir su libertad.

Abraxas escuchaba las tonterías de Astoria, echándose a reír a carcajadas.

- Y tú y Draco gozando de la vida - dijo el castaño - muy divertido.

- ¿Después de la canallada que me hicieron quieren su premio? - preguntó el castaño.

- De ninguna manera, el día que ese bastardo salga de la cárcel, será en un ataúd - y Hermione tarde o temprano será mía - como tú fuiste de él.

- ¡Eso no lo vas a lograr! - dijo la pelinegra - burlándose de él.

- Y por lo que a ti se refiere - aseveró el castaño - más vale que te reclutas en un convento sino quieres que la gente te escupa cuando te vea en la calle.

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