Capitulo 83

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Llegando la noche los hombres de Draco fueron a la choza de Molly a pesar de que los truenos y relámpagos amenazaban con traer una fuerte tormenta.

— ¿Donde esta el Lcdo. Nott? — preguntó Draco con la voz muy ronca  al tuerto — te pedí que lo trajeras.

— Sí, Draco fui a su casa, pero Harry me dijo que salió del pueblo y que va a tardar unos días en volver — aseveró El tuerto.

— Seguramente fue a buscar a la patrulla encargada de contrabandear armas — dijo el rubio.

Hay que buscar a ese muchacho... Neville.

— ¿El que trabajaba en tu casa? — preguntó el tuerto.

— Sí, quiero que le preguntes si sabe algo de su hermano Chucho — ordenó Draco.

— ¿Por qué? — preguntó el tuerto contrariado.

— Porque Baldomero me dijo... que el único preso que desapareció la noche que nos detuvieron... fue el hermano de Neville — Draco explicó haciendo breves descansos por el cansancio de su cuerpo adolorido.

Tal vez sea el muerto que encontraron en la bodega.

El tuerto lo miraba atento y contestó — Esta bien, mañana lo busco.

Draco respiraba despacio y tragando saliva para seguir hablando, suspiró de solo recordar a Hermione porque moría por verla. Así que le hizo otra petición especial al tuerto.

Después quiero que vayas a Villa del Rey y le digas a Hermione...

Draco no pudo terminar la petición ya que fue interrumpido por Megara que dijo — tu mujer no está en Villa del Rey sino en casa de su mamá.

El rubio al entender las palabras dichas por su amiga entrecerro los ojos y con su ya conocida mirada oscura asesinó a la pelinegra que, no hayaba a dónde esconder sus ojos.

Astoria con su cara de mustia dijo — Si te dije una mentira es porque eres muy necio. ¡Que tal si la están vigilando!

— Sabes lo que me dijo Meche, que va a vender tu casa, y también El Dragón — contó la muchacha que al mismo señor Abraxas le pidió que lo hiciera.

— ¡Ves! — exclamó Astoria... Tú a Hermione ya no le importas, que ya se quiere deshacer de tus cosas y se va a casar con Abraxas.

Astoria pensó que con sus mentiras, Draco cedería a sus caricias, pero se equivocó ya que él rubio la miró con odio y luego se hizo a un lado dándole a entender que se alejará.

— ¿Blaise sabe que estoy aquí? — preguntó Draco.

— Tengo entendido que el Lcdo. le dijo que ya te fuiste con la señora – respondió el tuerto.

Draco respiraba agotado una y otra vez, pero igual seguía dando órdenes y preguntando.

De todos modos quiero que vigilen por unos días la casa de doña Andromeda, hay que estar seguros que no estén espiando a Hermione.

Luego le tomó la mano a Megara.

— Sí, Draco — respondió la muchacha acercándose más a él.

— Nadie sospechara si vas a esa casa — pidió el rubio, ¿Tú y Meche son amigas no? — prometeme que le dirás a Hermione que pasó — susurró el rubio, prometeme lo, hazlo por mí, Megara porque lo necesito.

— Te lo prometo — susurró Megara.

— ¡Gracias! — susurró Draco sonriendo con los ojos cerrados, debía dormir ya que se había excedido demasiado.

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