Corazón de Dragon

CAPÍTULO # 44

- Malditos infelices - dijo el rubio con una mueca de fastidio.

- Tal vez, lo tramaron de acuerdo con Slughorn - para evitar un duelo entre Abraxas y Tú - aseveró Nott.

El rubio miro a Nott - dijo - para salvarle la vida a él - a mi me refunden en la cárcel

- ¿Y Hermione?

- Solo hablé con Slughorn - dijo Nott - a Ella no le he visto.

- ¡Por favor Nott! búscala - explícale que nada de esto es cierto - que soy inocente - no permita que dude de mi - pidió el rubio.

- no te preocupes - susurró Nott

¡Gracias! - susurró el rubio - cansado.

***

<Abraxas se estaba aprovechando del momento para dañar la imagen de Draco ante Hermione, solo para quedarse con ella, pero estaba muy equivocado. Hermione no era igual que Astoria>

- El es un delincuente, Hermione - debes aceptarlo - dijo el castaño.

Hermione lloraba al oír esas palabras - dijo - ¡no! - él es bueno - dice Don Nott.

- ¡Miente! - tienes que reaccionar y abrir los ojos - gritó exasperado el castaño.

- Es que es imposible - Draco se vino directo a la casa

- Pero antes llevo las armas a su bodega y mató a ese hombre - está en las actas - dijo Abraxas - enojado.

- ¡Pues no lo creo! - Gritó y lloró desesperada la castaña.

- Estoy segura que se trata de un error - ¡por favor! - podrías conseguir un permiso para verlo.

- ¡Olvídalo! - respondió impoluto el castaño - olvídate de él.

- ¡No puedo! ¡no quiero! es mi esposo - lloraba la castaña.

- No queriendo resignarse al negro destino de Draco.

- ¿Y si no lo fuera? - preguntó el castaño.

- Hermione miraba al castaño confundida - preguntó - ¿a qué viene eso?

- Lo es Abraxas - ¡te ruego por favor!

- No pudo continuar ya que fue tajantemente interrumpida por el castaño.

- No me pidas que alivie su suerte, yo lo quería matar - pero si Dios o el destino decidieron que las cosas se dieran de manera distinta - eso no significa que haya olvidado lo que él me hizo - enfatizó el castaño.

- ¿Cuántas veces tengo que decirte que él no te hizo nada? - dijo la castaña enfrentandolo cara a cara - muy molesta por sus ácidos comentarios.

- Por lo que veo ha sabido manipularte bastante bien - hasta te ha convencido de que es casi un santo - dijo Abraxas - irónicamente - pero es un sinvergüenza, un traidor - se ha aprovechado de todos nosotros.

- ¡Más que nada de ti! - de tu nobleza, de tu inocencia.

El castaño suavizó su voz queriendo romper el hielo con la castaña.

<Ella al notar sus intenciones, se alejó a una distancia prudencial>

- Pensé que en ti tendría un amigo, un apoyo - acotó la castaña.

Abraxas se colocó detrás de la castaña rozando su cabello ondulado con sus dedos e inclinándose hasta quedar a su altura - dijo - y lo tienes Hermione, - lo tendrás siempre.