Capítulo # 115

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Goyle y Nott dialogaban en su oficina sobre los últimos acontecimientos.

— Alexander fue a verme a la casa de la Playa — explicó Goyle.

Antes de que el oficial siguiera explicando, Nott lo interrumpió para preguntarle por Harry y su extraña desaparición.

— ¿Harry, no? — cuestionó Goyle — por lo menos hasta que me vine yo, no había llegado ¿Por qué?

— Porque no está en la cantina y temo que le haya pasado algo — aseveró Nott preocupado.

Goyle se sorprendió, pero igual preguntó — ¿Cree usted que se lo llevó Hagrid?

— No sé — dijo Nott suspirando mientras alzaba los brazos en señal de rendición — ¿Qué te dijo Alexander?

— Me contó todo lo que pasó con Megara y Marcus Flint — aseveró Goyle — y Draco quiere que si algo pasa se le avise enseguida.

De repente unos golpes fuertes a su puerta alertaron a ambos hombres.

— ¡Abre, por favor! — ordenó Nott. Goyle se levantó acercándose a la puerta, al abrir entró el Tuerto apurado — No ha vuelto a la cantina — dijo ahogándose.

— Tampoco está en la casa de la playa — aseguró Goyle haciéndose a un lado para cerrar la puerta.

— Ese traidor de Flint nos engañó — refutó el Tuerto enojado, se giró y salió nuevamente dispuesto a cobrarle caro su osadía.

Nott se acarició la frente, conocida señal de preocupación.

Goyle analizando la situación se giró hacia Nott para preguntarle — ¿Qué hacemos? ¿Se lo digo a Draco?

— Aún suponiendo que sea verdad y que Hagrid se lo habrá llevado ¿Qué podemos hacer esta noche? — cuestionó Nott — además mañana es domingo y es importante que Draco vaya a la iglesia.

— ¡Pero si se lo llevaron y no se lo dijimos, se va a enojar mucho! — exclamó preocupado Goyle.

Theo miró al hombre e igual suspiró cansado.

Draco estaba solo y aburrido en su habitación de la hacienda, mientras golpeaba sus binoculares

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Draco estaba solo y aburrido en su habitación de la hacienda, mientras golpeaba sus binoculares.

Alexander entró presuroso al lugar y le dijo a Draco — ya hable con Goyle.

— ¿Le dijiste lo de Harry? — preguntó Draco preocupado.

— Si — respondió Alex — me dijo que iría al pueblo para hablar con él licenciado — también le contaste que Megara esta aquí.

— Le pedí que si pasaba algo venga a avisarnos — aseveró Alex.

Draco asintió — ¡Ojala que no suceda nada! — exclamó cansado — mañana me voy en la madrugada.

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