CAPITULO # 37

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Draco y Goyle entraban al despacho de Draco e iban conversando sobre Megara.

- la verdad. Ya no se qué hacer con ella, si le gustara alguien, suspiraba el rubio, - ¿Casarla pero con quién?

Goyle, tomando asiento tras de Draco, le dijo, - además está enamorada de ti.
Draco, jalo la silla y se sentó en su escritorio, - precisamente por eso, ya no puedo tener la, en mi casa. Además no es justo que Hermione, este aguantando sus desplantes y groserías.

- si quieres, me la llevo para mí casa, le decía Goyle, esperando su reacción.

- no, no, no creo que a tu mamá y a tu mujer les agrade. Mirando a Goyle, le acotó, - Megara, tiene un carácter de los mil demonios, y la culpa es mía, le di demasiadas alas. Suspiró Draco

El moreno, tocándose la barbilla acotó, -entonces que se quede aquí con el tuerto, -no, no hay que buscarle otra solución. Tal vez le arrendaría una casita, con una mujer que la cuide. Sopesó el rubio, - Goyle, si puede ser

Mientras ambos hombres hablaban, golpearon la puerta y entró Harry,- ¿se puede?.
- si pasa,
- creo que averigüe algo, sobre Neville.- si, por lo pronto es un mentiroso, decía el muchacho.
- ¿Por qué? Le preguntó Draco.

- me dijo que no conocía al Capitán Slugort,- pero si su hermano está preso, a fuerzas lo tiene que conocer. Dijo Harry
-pero a lo mejor, es cierto, -el jefe del penal, no se deja conocer por todos los que van al lugar, le explicó el rubio

- tampoco me dijo, que su hermano estuviera preso, dijo Harry-entonces yo empecé a platicarle cuando nosotros estuvimos allá, y le pregunte si conocía la cárcel. Primero me dijo que no y luego que sí. Pero que fue hace mucho, porque tenía un amigo preso. De su hermano no me dijo nada
Goyle, - ¿Y por qué te iba a decir?
-tal vez, se calló por vergüenza.
-uhmm, -de todos modos no quiero correr riesgos. Lo voy a correr. Concluyó el rubio.

Neville visitaba a su hermano Cédric, en la cárcel, - creo que me van a echar, decía Neville, - porque estoy seguro de que algo sospechan, para que metieron ese Harry ahí.-En la casa no se necesita otro mozo. Y lo metió el mismo Draco Corazón de Dragón.

Mientras Neville, reconfirmaba sus dudas, Cédric lo miraba muy preocupado, - no le digas nada al Cptan. Slugort, y cuando me botan que haré, refutaba Neville.

Le cuentas toda la verdad a Draco Corazón de Dragon, le aconsejaba Cédric.

- ¿Qué para que me mate?, Susurraba Neville, -Cedric- él no mata así porque si, le dices todo, que te amenazaron, con matarme sino los ayudabas.

- no, no, me da miedo, replicaba Neville, -Cedric- para mí que no hay otra solución, con Draco, tienes alguna oportunidad, pero con Slugort, lo peor que puede pasar, es que te encierren aquí conmigo para desquitar su coraje o que nos maten a los dos.

Hermione jugaba con su anillo matrimonial, mientras cavilaba en sus pensamientos, recordando la conversación de la mañana que sostuvo con Megara.

Se encaminó a toda prisa, hacia la cocina,en busca de la muchacha y la encontró sentada en la mesa con los ojos llorosos

- Meche, ¿Dónde está? Preguntó la castaña, -en el patio, recogiendo la ropa, le contesto Megara. - mejor, ya que es contigo, con quiero hablar, no puedo creerte Megara, decía la castaña.

Megara la miraba con sus ojos llorosos y arrepentidos, luego de la charla acalorada que mantuvo con Draco en su oficina.

- me rehusó a creer, que ese niño sea de Draco, y que te amenazara de esa manera, - tiene miedo que ud lo sepa, le decía Megara- no ha de querer que ir le reclamé

- ¿le reclamé?, Pero si es una criatura, le respondía una sorprendida Hermione, - todos los hombres, tienen hijos regados por ahí, se defendía Megara

Hermione, bajaba la cabeza, para evitar llorar y susurro, -¡talves!-¿Cuando fue?, Le preguntó.

- Cuando estuvimos en Villa del Rey, la hacienda del esposo de su hermana, le confirmo Megara.

Hermione, alzó la cabeza y la miro sorprendida, - pero tú estabas enferma, - y él me dijo mil veces que no se iba a aprovechar. - no es cierto, tú me estás mintiendo, susurro la castaña. -¡Dtaco, es incapaz de eso!

- si le hace feliz, pensar así, dijo Megara, - me da igual. Pero tú me estás pintando un hombre que yo no conozco, - Draco, es noble, sincero, le susurraba Hermione.

- Todos los hombres son iguales, mentirosos, aprovechados, ilusionan a una mujer y luego cuando no le sirven, la tiran por ahí, se quejaba Megara.

Hermione, la miraba sin comprender aún, y si era real toda esa Historia, - bueno, está bien, le afirmó cansada la castaña

Mañana iremos al médico, si el confirma lo del niño, indistintamente de quien sea el padre, tú te quedas aquí, le aseveró la castaña.

- pues si ud se lo dice a Draco, no va a querer, ud no lo conoce, sollozaba Megara- cuando se enoja de veras, se vuelve un dragón. Pero necesito decírselo, no puedo quedarme callada, con esta duda, le contesto la castaña, mirándola con duda.

- Entonces haga lo que ud quiera, de todas formas le va a decir que no, decía Megara, - y a mí me va a botar.

En otro lado, estaba el hipócrita de Blaise, conversando con Astoria sobre la plática que sostuvo con Abraxas, sobre su intención de casarse con Helen.

Quise exponerle mis razones, pero no quiere, está necio, explicaba Blaise. - bueno a ver que logra Helen, ya tienen un buen rato platicando.

Yo te lo dije, que no iba a ser fácil, parece que Abraxas no tiene mucho carácter pero en el fondo es más terco que un asno, dijo Astoria.

- Es que no lo conoces, decía Abraxas, - pero no tiene dinero. - entonces ¿estás encaprichado con él?

- a mí me parece un hombre correcto, amable le refutaba Helen, - para que quiero un hombre con dinero, para que mande, bastante tuve con tu padre. - yo no me encapricho con nadie - si hubiera querido, ya lo habría hecho pero lo hice por ti
- Ahora resulta que quieres irte de mi lado, dejándome vivir sola.

- te prometo, que jamás te dejare, le decía el pelinegro, - ¿de verás?,
Ni siquiera si Astoria llora y se arrastra a tus pies, pregunto la sra. Mayor.

-bueno si de le hace tan difícil, la enviaré a vivir a San Pedro, decía el pelinegro, - no, no, que no emtiendes, no puedes mandarla sola, ella es joven, no puede vivir lejos del marido, puede caer en tentación- o vivimos los 3 juntos o no hay trato, aconsejaba la pelinegra mayor.

- no es la primera vez que haces esa clase de comentarios, me dirás el porque, dijo el pelinegro.- no en Astoria, - no en una mujer de su clase, y la sola sospecha me ofende. - tal vez, será mejor que cada uno decida su vida.

- Lo que no entiendo, es que le ves a ese tipo, le decía Blaise, mientras la miraba enojado.

- Lo mismo me preguntó yo, le decía la pelinegra , - a mi suegra, ya se, sus millones, como dice mi marido.

Helen de acercaba al salón, y le decía, - te puedes ir, - debo hablar a solas con Blaise

- por supuesto, es todo suyo, le contesto una molesta Astoria, saliendo del salón.

- No sabes cuánto la odio, no la soporto, refutaba la pelinegra mayor- y así borrarle su sonrisa de coqueta a la sinvergüenza está

Blaise, tomándola de los hombros, le dijo +tranquila - que te dijo Abraxas,

-¡nada! Que como no tienes dinero, solo quieres aprovechar te, le respondió la pelinegra mayor.

- a mi también me lo dijo, refutó Blaise, - ¿pero tú no crees eso, verdad?, Le preguntaba mientras besaba su mano. - no, claro, le contestaba dudosa la pelinegra


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