CAPITULO # 13

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Blaize se aliaba por unos cuantos pesos con Hagrid para afianzar un negocio turbulento.

Qué consistía en comprar presos para el trabajo del campo.

Hagrig, lo llevó con su amigo Flint.

Marcus Flint era El propietario del burdel más conocido en San Pedro.

Compadre y mejor amigo del corrupto Slughorn, Capitán de la Policia.

Odiaban sin motivo a Draco Corazón de Dragon.

Blaize, se encontraba con Flint y Slugort para ofrecer les un negocio, que consistía en pagarle a Slugort, grandes sumas de dinero por cada preso que lo vendieran para trabajos forzados dentro de las haciendas de Abraxas Malfoy.

Marcos Flint conversaba con Slughorn, sobre del porqué se conocían Draco Corazón de Dragon y Abraxas Malfoy

- Tengo entendido que se conocen desde niños - dijo Flint.

- ¡Y que de eso! - dijo
Slughorn - alzando sus hombros

- ¿Te acuerdas que hace algunos años, vivía un caballero, por la ruta del peñón conocido como Cardona? - preguntó Flint

- ¿Y que, con eso? - preguntó Slughorn.

- En su tiempo, tuvo mucho dinero, luego se volvió borracho y lo perdió todo -
relataba Flint.

Se decía que su mujer, la madre de Draco Corazón de Dragón, habría sido la querida de Don Lucius Malfoy.

- ¿Qué quieres decir que ese desgraciado, es el bartardo del viejo Malfoy? Preguntó Slughorn.

- Flint - dijo - ¡podría ser!

- ¡Y a nosotros, que nos importa! - se burlaba a carcajadas el capitán, a ese infeliz, no lo volveremos a ver, en muchos años.

Esta preso en el Valle de Godric, por ladrón y asesino.

Flint - ¡a caray! - no me digas Jajaja.

- ¡Y va a estar preso por 10 años! - reía a carcajadas el maldito Flint - no que no hay justicia - en este mundo.

- Estoy pensando, ¿Qué tal si ponemos mano en su gente? - preguntó el capitán.

Les colgamos cualquier muertito y los encerramos.

Este par de desgraciados, se carcajeaban, pensando como vengarse del pobre Draco y su gente.

Aprovechando el descuido de las monjitas.

Megara, pudo huir del convento, se escabulló cuando le abrieron la puerta a Andromeda y su criada.

Megara corrió lo más rápido que pudo y se metió en el bar del tuerto.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó el tuerto.

- ¡No me voy a quedar encerrada en ese convento! - grito Megara.

- Pero Draco ordenó que te quedaras - dijo el tuerto.

- La muchacha lo interrumpió, pero Draco esta preso.

Valentine la tomó del brazo y le preguntó - ¿Quien te dijo eso?

- Megara miró a Harry.

- ¡Eso es mentira! - dijeron sus hombres - pero Harry recibió un golpe por hablar de más.

- ¡En una semana o dos, ya lo tendremos, aqui! - dijo su oficial.

- Pues lo siento - dijo el tuerto - ¡te regresas, hoy mismo no te quiero aquí!

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