Capitulo 75

112 18 0
                                    

– Y entonces – preguntó Abraxas.

– Cuando hay un error sobre la identidad de uno de los cónyuges se anula el matrimonio – confirmó Avery, pero ambos contrayentes pueden presentarse nuevamente ante el juez y decir que  quieren seguir casados y se asienta una  nueva acta con los nombres correctos, pero en el caso de su cuñada eso no va a suceder –  ¿por qué el marido está muerto o no? .

Helen se acercó a ambos hombres y saludó – ¡Buenos días!

– ¡Buenos días! – Avery saludó.

– ¿Podemos hablar un momento hijo? – preguntó Helen – dirigiéndose a Abraxas.

– Me retiro a mi recámara – confirmó Avery.

– ¿Qué fuiste a hacer al Registro Civil? – Helen preguntó –

– A hablar por los trámites para revocarle el apellido a Draco – respondió Abraxas – muy serio y pensativo.

– ¿Pero que caso tiene? – Helen preguntó –  ¿él ya está muerto no?

– No estoy tan seguro – respondió Abraxas – 

– Pero Abraxas ¡por favor! – refutó Helen – fastidiada.

– Eso es lo que Draco y Astoria fraguaron – respondió Abraxas – simular su muerte – y hasta que no se encuentren sus cuerpos, seguiré pensando que están vivos.

– El barco estalló como pretendes que sigan con vida – exclamó Helen.

– ¡Esta bien! – Abraxas exclamó – supongamos que de verdad están en el fondo del mar, de todos modos no aún estando muerto quiero que ese infeliz lleve nuestro apellido.

Así que mañana  nos vamos al Registro Civil, y le dirás al juez todo lo que pasó.

– Yo no puedo admitir públicamente que Astoria te engañó – susurró si madre.

– ¡Mamá! – gritó el castaño – si todo el mundo ya lo sabe – el pueblo entero se está dando un banquete de su fuga con Draco.

– ¿Podemos decir que se la llevó a la fuerza? – preguntó Helen.

– Que no entiendes, no comprendes que necesito desquitarme – aseveró Abraxas – que no tendré paz, si no lo hago.

– Que no entiendes, no comprendes que necesito desquitarme – aseveró Abraxas – que no tendré paz, si no lo hago

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Charlie interrogaba de manera sutil al cabo en su nueva oficina, sentado en su escritorio.

– ¿Así qué solamente el Licdo. Nott visitó al detenido ese día? – preguntó Charlie.

– Bueno el Licdo. Iba a diario – confirmó el Cabo.

– ¿Y ese tal, Baldomero es el único trabajador de la cárcel, que no regresó al día siguiente? – preguntó Charlie.

– El único señor – contestó el Cabo.

– ¿Ya lo buscaron? – preguntó Charlie.

– Sí, pero desapareció con su nieto – respondió el Cabo.

Corazón de Dragon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora