Capitulo # 54

117 16 7
                                    

Quién nos asegura que este nuevo juez no sea socio de Slugorn o de los Malfoy - dijo el rubio.

- Por supuesto que no tenemos la seguridad - dijo Nott - pero hay que tener confianza.

- Yo ya no confío en nadie - dijo el rubio.

- bueno si logramos averiguar quién fue el muerto - aseveró Nott.

- ¿Ud vio el cadáver? - preguntó el rubio.

- Si - respondió el abogado.

- ¿Cómo era? - preguntó el rubio.

Joven, viejo, gordo, flaco ¿Cómo era?

- Joven, moreno, pelo chino - contestó Nott

- ¿Qué ropa llevaba? - preguntó el rubio.

- Más qué ropa parecían harapos - respondió el abogado.

- ¡Uhmm! - meditó el rubio, pero si era joven - pudo ser un reo.

- ¿Crees que mataron alguien de aquí? - preguntó el abogado.

- ¡Puede no! - enfatizó el rubio.

(***)

- Megara está de encargo - gritó sorprendido Goyle.

- Si - aseveró el tuerto - y no quiere decir quién fue.

- ¿Fuiste tú? - preguntó Goyle a el tuerto.

- ¡yo no que estás loco! - respondió el tuerto.

- ¿Flint? - preguntó Goyle

- ¡A lo mejor! - contestó resignado el oficial.

¿O Draco?

- Quién sabe - aseveró el tuerto.

(***)

Andrómeda y Hermione conversaban sentadas en el salón de Malfoy-Greengass Manor.

- A mí no me parece que seas egoísta - enfatizó Andrómeda - al contrario.

¿Por qué me preguntas eso?

- Es qué tal vez no debería aferrarme a Draco a costa de su libertad - respondió la castaña.

- ¿Qué quieres decir con eso? - preguntó su madre.

- Que podría acceder a lo que me pide Abraxas - aseveró la castaña - para que ayude a Draco.

- ¡Haz perdido el juicio tú también! - gritó su madre.

Draco es tu esposo. Nadie puede romper los lazos matrimoniales, solo Dios.

- ¿Y si esa fuera la única posibilidad? - susurró la castaña.

- ¡Por Dios hija no me asustes! - respondió Andrómeda.

Hundirnos un poco más en la vergüenza, no te parece suficiente con tu hermana.

- Pero es que mamá - respondió la castaña - si Draco termina condenado.

Hermione enterraba su rostro entre sus manos por la desesperacion.

¡Un hombre tan lleno de vida!!!!

Un hombre libre acostumbrado al sol, que le gusta el mar. Encerrado en un calabozo se va a morir de tristeza.

- ¡Pero mi amor! - exclamó su madre - a veces la vida nos agobia con cosas que parecen injustas, pero si sucedieron puede decirse que fue la voluntad de Dios.

- No creo que Dios haya querido esto y no creo que yo vaya a poder soportarlo - la castaña acotó.

- ¡Tienes que, mi cielo! - dijo su madre. Lo otro sería mucho peor.

Corazón de Dragon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora