Capitulo # 81

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— ¿Bueno supongo que como mi esposo ya falleció no hay mucho que hacer no? — preguntó Hermione aparentando poco interés.

— No se crea hay que buscar a los demás reos — explicó Charlie con obviedad y luego investigar quién ayudó en la fuga.

— ¿Hay algún sospechoso? — preguntó Hermione sorprendida a la par de preocupada.

— Sí — respondió Charlie, pero como nadie vio nada hasta el momento no tenemos pruebas. Aún confío en encontrarlo.

Entiendo que para usted está situación es muy penosa.

— Sí — susurró Hermione.

— Pero no debe sentirse mal, usted no tiene la culpa — dijo Charlie y por lo que me ha dicho Abraxas, usted es una mujer admirable.

— ¿Qué le ha dicho? — preguntó Hermione temiendo qué los comentarios del castaño hayan sido exagerados...

— Que usted se entregó a ese bandido para salvar el honor de la familia — Charlie aseveró.

Hermione sorprendida se puso de pie y lo miró fijamente.

— ¿Cómo se va así con Draco tan enfermo y sin decirnos nada? — preguntó Megara qué estaba sentada en un mueble del despacho de Draco

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— ¿Cómo se va así con Draco tan enfermo y sin decirnos nada? — preguntó Megara qué estaba sentada en un mueble del despacho de Draco.

Me cae tan mal, esta Astoria ahora hasta manda y ordena. Cuando ella es la culpable de lo que le ha pasado a Draco. Si esa noche no hubiera ido a ver a Slugorn, no le hubieran dado ese balazo.

— Si eso sí — El tuerto afirmó.

De repente escucharon unos golpes en la puerta. El tuerto se levantó pensando que sería alguno de los compinches de Draco.

— Parece que Abraxas se está tardando — dijo Hermione

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— Parece que Abraxas se está tardando — dijo Hermione.

— ¿Vino a verlo por algo urgente? — preguntó Charlie.

— No — respondió Hermione sin ni siquiera mirarlo. Es que quiero vender unas propiedades de mi marido, el barco y... nuestra casa.

— ¿Una casa? — preguntó el pelirrojo... me interesa. Y se sentaron para hablar sobre ese negocio.

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