Corazón de Dragon

Capítulo # 49

Tranquilo Draco, ya verás como el Lcdo te saca - aseveró el tuerto

- No lo sé - contestó el rubio cansado - si se trata de una conjura de los Malfoy, tan en serio será para que me condenen.

- Hay que pensar en algún plan, tuerto

- ¿No quieres ver antes qué pasa con tu juicio? - preguntó el tuerto.

- A lo mejor es demasiado tarde - respondió el rubio.

- ¡No te das cuenta que Abraxas me quiere quitar a Hermione! ¡Seguramente para vengarse!

- Bueno, una cosa es lo que él quiera - contestó el tuerto.

- ¡Es que ella estaba enamorada de él!
- luego dijo que se le había pasado,
- "que me quería"

- ¡Pero si me encierran por 20 años! - me quitan el apellido y ella queda libre.

- ¡La puede convencer, tuerto! - yo no quiero, prefiero verla muerta - antes que de otro. - ¡o morirme yo!

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Abraxas y Andrómeda conversaban en la sala de Malfoy-Greengass Manor.

- ¡No tia, de ninguna manera! - dijo el castaño - apreció demasiado a Hermione - como para pensar en algo tan vergonzoso.

- ¡Pero entonces! - ¿Por qué Blaise dijo eso? - Preguntó Andrómeda.

- Yo creo que fue un malentendido - contestó el castaño. - lo que yo pretendo es - ¡Casarme con Hermione!

- ¡Por favor, Abraxas! - gritó Andrómeda - muy alterada.

- ¡No sabes lo que dices!

- Lo se muy bien, tanto mi matrimonio como el de Hermione, se puede anular. - dijo el castaño.

- No solo por lo civil, también por la iglesia. - costará trabajo, pero voy a lograrlo.

- ¡Pero es una locura, Abraxas! - contestó Andrómeda - perdiendo la paciencia.

- Y aún suponiendo que lo consigas. - ¡Ella quiere a su esposo!

- Ella lo dice por pudor. - aseveró el castaño. - Por respeto a su marido.

- Pero en cuanto su matrimonio resulte nulo. - Tendrá que admitir sus verdaderos sentimientos.

- ¡No! - ¡Estás muy mal! - replicó Andrómeda - desesperada.

- ¡Es que es una verdadera locura!. ¡No sabes lo que haces!.

- Si - lo sé tía - aseveró el castaño - muy decidido. - Y eso es lo que se va a hacer.

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Por otro lado, venían recorriendo el puevlo, El Lcdo. Theodore Nott y la Sra. Hermione Greengass de Malfoy.

- ¿De verás tú crees que las religiosas te puedan ayudar? - preguntó Nott.

- Espero que sí - respondió Hermione.

- Bueno discúlpame Hermione si no puedo acompañar te - dijo Nott.

- No se preocupe Don Nott - aseveró la castaña - vaya usted a tratar los problemas de Draco - que son mucho más importantes ahora.

- ¡Te deseo que tengas suerte! - contestó Nott.

- ¡Gracias! - dijo la castaña.

Y se despidieron.

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Astoria subía a su recámara en compañía de su criada, hablando de Slughorn.