Capitulo # 92

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Draco estaba sentado frente a Molly en su chacal.

— En la noche uno de mis hombres va a venir — comentó Draco a Molly, mientras ella preparaba  pociones — necesito hablar sin que ella nos oiga.

— Yo me encargo, no te preocupes — respondió Molly — recuestate porque te toca tu curación.

Draco como pudo se puso de pie y a pesar de todo hizo una mueca de dolor que alertó a Molly, quien se preocupó y preguntó —¿te duele? ¿Puedes solo?

— Sí — murmuró Draco mientras se sentaba como podía en su catre.

Molly presionando su herida lo ayudó a acostarse, para empezar a curarlo.

¿Te irás lejos?

— ¡Ay! — se quejó el rubio para luego respirar hondo y contestar — buscaré un lugar donde esconderme por los alrededores del pueblo — ¿Por qué?

— Tal vez sea mejor que te esperaras unos días más — aseveró Molly preocupada — porque estoy viendo que la herida aún no cierra muy bien — no vaya a regresar la infección.

Draco la miró fijamente más que a pesar del dolor se quejaba enfatizó — ya no me puedo esperar parece que alguien sospecha que no estoy muerto — mi esposa está vigilada, Theo también —cualquier momento pueden caer los guardias, es más ya bastante te comprometiste al ayudarme — no quiero que algo te pase por culpa mía.

— Es la suerte que decide no nosotros — dijo emocionada Molly.

— Sí, pero uno puede cooperar — siseo de dolor el rubio — Astoria me inquieta y también me da lastima.

— Sí... Sí, pero el cariño que te tiene es un cariño malo — susurró Molly — eso te traerá muchos males.

— ¿A mí? — cuestionó Draco

Esta vez fue Molly quien lo miró con lástima para decirle — sí a ti. — hay una sombra en su cara... Una sombra de muerte.

Charlie se paseaba en su despacho desesperado mientras era observado por El cabo, perro fiel del extinto Capitán Slugorn

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Charlie se paseaba en su despacho desesperado mientras era observado por El cabo, perro fiel del extinto Capitán Slugorn.

— ¡Cómo que hay mucho movimiento entre Nott y los amiguitos del delincuente ese de Draco Corazón de Dragón! — ironizó el juez

El cabo serio respondió —Así parece Licenciado.

— Desde mañana pondrás vigilancia a esa cantina — ordenó el pelirrojo — que sean 3 hombres, así uno quedará y los otros dos seguirán a los que salen.

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