4.

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—Oye al parecer tu novio te hizo el plantón ¿No?

Esas palabras hicieron que el mar de lágrimas que estaba conteniendo saliera a flote, sollozó, — ¿Por qué no me dejas en paz? Le gritó mientras se paraba del asiento y corría al baño.

James se quedó de piedra, no se imaginaba que ella estuviese llorando… —Ángela, espera… dijo corriendo detrás de ella.

Pero ella había cerrado la puerta del baño, —Vete, dijo mientras lloraba.

—Nena, no fue a propósito, era un juego. 

—Para mí no lo era, me voy a casa.

—Es mejor que te quedes por esta noche.

— ¡Ni loca! Gritó mientras abría la puerta, pero al tratar de salir chocó con el cuerpo de james, él sin decir nada la abrasó, al principio ella trató de zafarse pero al final se quedó entre sus brazos mientras lloraba, —Cálmate, si él no salió contigo, entonces se lo pierde, tu eres muy hermosa para estar llorando.

—Ni tanto, dijo tristemente. 

— ¡claro que lo eres! 

Ella sonrió, —Bien james me quedaré, respondió zafándose de su abrazo.

Al final, la noche no terminó tan mal, se quedaron los tres sentados en la alfombra de la sala mirando películas, Ángela había sustituido sus lágrimas por sonrisas, lo mejor era que james no era el tipo de hombre casi gay, al que estaba acostumbrada, él no le importaba si ella tenía el maquillaje corrido o si no se comportaba como una princesa, él le había facilitado ropa de su hermana que había en la casa, tenía unos shorts rotos y una franela ancha, lo mejor era que Sofía se mantenía tranquila en medio de ellos sin llorar ni hacer berrinche, la niña amaba a james. 

—En serio, no fue para nada gracioso cuando todos me vieron caer, dijo Ángela.

James soltó una carcajada. — ¡no te rías! Nunca más volví a usar esos tacones, casi me rompía una pierna.

—Me hubiera gustado verlo.

— ¡Payaso! 

De repente se quedaron en silencio, Ángela suspiró… —Gracias.

James la observó confundido — ¿Por qué?

—Por dejarme estar aquí y pasar la noche, le dijo mirándolo directamente a los ojos.

—No tienes que dármela, solo no vuelvas a llorar. 

Ángela sonrió, —No te preocupes, el tema quedó superado.

— ¿De verdad? Preguntó sarcásticamente.

—No, respondió sinceramente mientras sonreía.

Al otro día, james al despertar e ir a la cocina, se sorprendió al no ver a Ángela, entonces vio la pequeña nota, la tomó… ‘Me llevé a Sofía a pasar conmigo el día, espero que no te molestes, Posdata: Buenos días. Att: Ángela.

James sonrió, esa chica era bastante extraña… decidió que aprovecharía el tiempo a solas que tenía para organizar algunas cosas, fue a su habitación, realmente necesitaba una limpieza, pero desde la muerte de Camila, no había permitido que nadie entrase al lugar, la mantenía como una pequeña capsula en el tiempo, cuando entraba a la habitación sentía como si ella aun estuviera ahí, como si aún siguiera viva, como si aún continuara siendo su esposa.

Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora