Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.

77.

—Lo haremos mañana sábado en casa de james.

— ¿En casa de james? Preguntó tocando su pecho, cada vez que mencionaban ese nombre su corazón trataba de salírsele del pecho. — ¿Por qué? 

—Vivimos en un apartamento, aquí no hay espacio. Pero james tiene un patio enorme con asientos y hasta columpios. 

—Entiendo. Respondió pensando en que luego de 30 días sin verlo estaría en su casa, la que antes había sido también la suya. 

— ¿Puedes venir mañana temprano? He contratado a una decoradora, quiero que todo sea perfecto. Tengo en lista a 20 niños que asistirán, habrá un payaso, una chica pintando caras, una máquina de palomitas y una de dulces. ¿Faltaría algo? 

—Dinero, respondió Ángela riendo.

Al otro día fue un caos, tan solo saber que iría a casa de james la ponía nerviosa, tenía unos shorts, una franela y unas sandalias, no necesitaba llevar ropa ya que allá tenía tanto para ella como para tommy, su madre iría cuando el cumpleaños estuviera formado porque tenía que salir con Paul. Cuando aparcó frente a casa de james sonrió al ver todo el movimiento, personas entrando cosas y saliendo apresuradamente de la casa. 

Tomó al bebé en brazos y al entrar vio a su hermana mandando a unos chicos, se sorprendió bastante cuando avanzó hasta el patio. Todo era blanco. Extremadamente blanco. — ¿Qué es esto? Preguntó asombrada. 

—Es Frozen. Respondió Justin observándola.

— ¿La fiesta está inspirada en Frozen? Preguntó asombrada.

—Y espera ver el vestido de Sofía, agregó ____ detrás de ella. 

Observó a Sofía correr hacia ella y abrazarla, la pequeña Cloe estaba en un cochecito para bebés, llorando. —Estoy tan cansada, estoy aquí desde las seis de la mañana. ¿Me puedes ayudar con los pequeños? 

Ángela asintió. En ese momento escuchó la voz de james, al parecer se acercaba a ellas. Respiró hondo. Sintió su mano en su hombro. —Me alegro de que hayas venido, le dijo. 

Ella no pudo responder. Hacía 30 días que no lo veía, que no lo escuchaba, que lo estaba evitando y ese mínimo contacto le estaba costando demasiado. —Hola campeón, dijo él observando a Tommy y tomándolo en sus brazos. 

— ¿Te pasa algo? Le preguntó James observándola.

Ella negó. 

El día fue de los más movidito. Ella ayudó con los bebés, los cuales al cabo de una hora dormían rendidos en la habitación que ella ocupaba la cual ahora la estaba ocupando su hermana. Entre todos hicieron que las cosas terminaran más rápido. En eso de las cuatro de la tarde faltando diez minutos para que el cumpleaños inicie, todo estaba decorado. Había un pastel enorme blanco con azul de tres pantas que tenía encima a Elsa, Anna y Olaf, (Personajes de la película) en forma de muñequitos pequeños. 

Los payasos habían llegado, había bolsas de dulces en forma de copos de nieve, había también una chica que pintaba caras y muchas sillas de color azul tanto para padres como para niños. Ella y su hermana se fueron a una habitación para arreglarse y también hacerlo con los niños, ver a Sofía vestida de Elsa, con el vestido azul la emocionó parecía una verdadera chica de Disney, ella optó por uno tacones negros, unos jeans y una blusa desahogada. 

Notó que la casa se había llenado de personas, personas que no conocía, su hermana le presentó a todos, se escuchaba el bullicio de los niños tratando de subirse en el columpio y la música infantil. Se había entretenido viendo el acto del payaso, y entonces su mirada se desvió hacia james, el cual estaba en una esquina observando todo. Lo conocía bastante para saber que se sentía incómodo.

Además, la relación entre él y su madre no se había arreglado del todo, así que cuando vio a Alma llegar a la fiesta supuso que james estaría aún más incómodo. Se levantó de su asiento y avanzó hasta él. Suspiró. — ¿Estás bien? Le preguntó sonriendo. 

Él asintió. Pero ella sabía que estaba mintiendo. 

Se sentó a su lado y le pasó el bebé. Algo en él había cambiado. Era como si el james agresivo se hubiera ido dejando a un james sereno y tranquilo en su lugar, pero no se podía confiar, claramente él la quería a su lado. ¿Así que cómo sabía que no era una estrategia para atraparla de nuevo? 

— ¿Les puedo tomar una foto? Preguntó el fotógrafo.

Ambos asintieron. Ángela sonrió pero entonces el fotógrafo bajó la cámara de su cara. — ¿Podrían abrazarse? Preguntó. 

Ella observó a james el cual la observó antes de hacerlo como pidiendo su aprobación con los ojos. Y malditamente amó eso. Se acurrucó en sus brazos y entre ambos abrazaron al bebé. No tenía que mentir, la foto había quedado perfecta, tanto así que james se la había pedido para ponerla en un portarretratos. 

Entonces luego de esa foto, llegaron muchas más fotos, de ellos detrás del pastel, de todos ellos juntos, de su madre y paúl con todos, de ella con los payasos, de james comiendo pastel y de todos riendo. Al final del día y luego de que todos los invitados se hubieran ido, cuando solo estaba Justin, james, Paúl, Alma, los niños, su hermana y ella ordenaron todo el desastre de la fiestecita.

En eso de las doce de la noche todos estaban agotados, excepto Sofía la cual corría por toda la casa como si le hubieran puesto un cohete en el trasero. —Pienso que sería buena idea quedarnos aquí, buenas noches, dijo ____ tomando a Cloe en brazos y caminando hacia la habitación que había ocupado en la mañana. Justin persiguió a Sofía, y cuando por fin la pudo alcanzar la llevó con ellos. 

Lo que dejó a Ángela en un gran problema. Tendría. Qué. Dormir. Con. James.