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—Tiene fiebre, respondió ____ observándolo.

—Mejórate le dijo james a la niña, le dio un beso en la mejilla y la pasó a los brazos de su madre. —Adiós, dijo y se fue.

Cuando Ángela despertó observó que sus pertenencias estaban en la habitación, ¡James! Exclamó en su interior, corrió hacia la sala, vio a su hermana observarla de forma extraña… — ¿Dónde está james? Preguntó preocupada.

— ¿James? Preguntó ___.

— ¡Sí! Él trajo mis cosas, ¿Dónde está? Preguntó un poco acelerada.

—Vino muy temprano, pero se fue.

—Se fue, repitió con tristeza…— ¿Y no dijo nada? Preguntó ansiosa.

Su hermana la observó… —Dijo que lo mejor para ambos era alejarse por un tiempo, que él no era bueno para ti. 

Ángela sintió que su corazón caía de un rascacielos sin protección a un precipicio. — ¿Qué? Preguntó a punto de llorar, la estaba dejando, estaba dando por finalizada su relación, sintió que algo dentro de ella se rompía, su labio empezó a temblar. Miró al techo mientras sonreía, falló miserablemente tratando de ocultar sus lágrimas, las cuales se desbordaron por sus mejillas, ella parpadeó varias veces y al final sollozó. — Me dejó, dijo en voz alta. 

Los días siguientes fueron tristes, no podía negar el hecho de que amaba a james, pero lamentablemente no había recibido ni una salo llamada de él, ni un mensaje, ni una señal de humo, ella lo llamó una vez pero él no respondió, era obvio, su relación había finalizado para siempre. 

Recibía constantes llamadas de su hermana, su madre se había enterado de la separación aunque no sabía claramente los motivos, y era mejor así. Ambas tenían miedo de que ella atentara contra su vida, se cortase o empezara con las ideas de volverse un ser oscuro e incomprendido, creía que exageraban un poco, pero sentirlas tan cerca de allá, no le hacía ningún daño, al contrario.

Su madre había formalizado su relación con Paul así que oficialmente tenía un padrastro, todos estaban enterados del embarazo de su hermana y daba risa ver como Justin la trataba, como si fuese de porcelana, la pobre tenía todas las hormonas a flor de piel y lloraba cada cinco minutos.

Por su parte, no había vuelto a ver a james, habían pasado quince días, y no sabía si estaba bien o no. Esa tarde decidió caminar hasta un café que había cerca de su casa, se iba a encontrar con unas amigas. Al llegar al local reconoció a todos menos al moreno de la esquina. 

Su amiga paula, lo presentó como David, un primo de ella que se estaba quedando en su casa.

Después de unos días, David y ella eran amigos, era un chico nice, la trataba bien, y realmente necesitaba amigos, luego de su ruptura con james, había quedado devastada, sumándole a eso que Richard había sido un patán con ella, oficialmente volvía a estar sola.

— ¿Podrías ayudarme a elegir que ponerme? Le preguntó a paula mientras le mostraba un vestido que llevaba puesto. —Quiero algo cómodo para cuando termine el desfile. 

— ¿Cuándo desfilas? Preguntó paula curiosa.

—En una semana, ahora ayúdame. David, tú también puedes ayudar, dijo mirándolo.

Él se quedó observándola mientras sonreía, — ¿Sabes? Yo creo que el rosa se te ve mejor, hace juego con tus hermosos ojos, y con tu pelo. 

Silencio.

— ¿Alguna vez te había dicho que eres hermosa? Le preguntó él.

Ángela sintió como su corazón daba un vuelco, esa era la frase que le decía james, se mordió la labio, lo extrañaba tanto. 

— ¿Qué te pasa? le preguntó David.

Ella negó mientras se miraba en el espejo. 

Como siempre, se acercaba un desfile, su madre empezaba a volverse loca con eso de los ejercicios y la belleza, con su hermana no podía contar mucho ya que se había caído y al parecer eso había afectado al bebé, ahora justin tenía más control en ella y eso significaba no dejarla salir sin supervisión. 

Esa noche estaba nerviosa, como en cada desfile, sonrió nerviosamente, su hermana estaba a su lado observándola mientras la maquillaban, —Gracias por estar aquí, le dijo Ángela. 

—Siempre, respondió ____ apretando su mano.

El tema del desfile era vestidos de novia, el que tenía puesto se veía tan hermoso en ella, lástima que solo lo modelaba. Cuando las luces se apagaron sintió su corazón desprenderse de algún lugar. ¡Joder! Siempre se ponía nerviosa. 

A altas hora de la noche, ya entrando la madrugada, se sentó en el camerino, se sentía cansada, todas las demás se retocaban el maquillaje, al parecer se irían de fiesta, o algo parecido, ella se desmaquillo, se puso unas sandalias y un vestido sencillo blanco, en los últimos días se había sentido tan cansada, el ajetreo del desfile no le había hecho muy bien en su organismo. 

Al salir vio a su cuñado y a su hermana, la cual se veía hermosa con el embarazo, ojala ella tener esa suerte de verse hermosa con todo, su madre estaba ahí también con Paúl, su nuevo extraño padrastro, todos la abrazaron como siempre, excepto paúl, el cual le extendió la mano. 

Ella le sonrió, él no le caía tan mal, era solo que todo era extraño con él. Nunca había visto a su madre tan emocionada con un hombre, ni siquiera con su papá, eso dolía. En el fondo dolía. 

Observó a David junto a su amiga paula, éste al verla la abrazó fuerte, ella se dejó fundir en su abrazo. — ¿Tienes planes? Le preguntó sonriendo.

Ángela negó.

Su hermana interrumpió la conversación, llamándola. — Alguien ha venido a verte, le dijo sonriendo.

—¿Quién? Preguntó algo desinteresada.

—James.

Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora