94.

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Ángela se acurrucó encima de su cuerpo y sonrió. —Yo también te amo, le respondió antes de quedarse profundamente dormida.
Las cosas al otro día habían mejorado. Tanto externa como internamente, empezando porque james no paraba de besarla a cada segundo, además había dejado de llover aunque no había salido el sol aún. Vio a james tomar todo lo necesario para arreglar el techo y Mientras él había empezado a hacer eso, ella había quitado todas las cubetas del piso y había limpiado la casa. Tomó a tommy en brazos y salió a ver cómo iba james, alzó la vista y lo localizó en el lado izquierdo del techo, dándole la espalda. — ¿Necesitas ayuda? le preguntó con una sonrisa.
James se giró y sonrió al ver al niño ondeando la mano hacia él. —No, amor, ya casi termino. Gracias.
—Estaré adentro, le avisó antes de entrar a la casa y dejar a Tommy en la cuna. Mientras revisaba la despensa escuchó voces, al parecer de varias chicas que se acercaban. Miró por la ventana para darse cuenta de que eran tres chicas jóvenes, mirando hacia arriba, justo en donde estaba james.
Escuchó luego un golpe y se asustó al pensar que james se había caído pero luego lo vio parado frente a la ventana dándole la espalda. — ¿Podrías ayudarnos? Preguntó la mayor que no aparentaba tener más de 23 años. —Nos pasó lo mismo que a ti. No sabemos cómo reparar un techo y Tenemos al menos dos goteras en la cocina.
Ángela medio esperaba que james las rechazara pero rodó los ojos al verlo asentir y decirle que lo esperen unos segundos, cuando él entró a la casa ella fingió que hacía algo, lo que menos quería era que él pensara que ella lo estaba espiando.
Sintió sus manos en su cintura. — Te veré en breve, cielo. Le dijo.
— ¿A dónde vas? Preguntó fingiendo ignorancia.
—En la casa de al lado pasó lo mismo con las goteras, trataré de ayudarlas.
Ella asintió y lo acompañó hasta la puerta trasera, las tres chicas se quedaron mirándola, obviamente no se esperaban que él estuviera con alguien. —Nos vemos en un rato, le dijo james sonriéndole.
Ángela dio un paso adelante y lo besó, sintió como él la abrazaba fuerte y luego cuando se liberó del beso observó a alas chicas, las cuales la observaban en forma desaprobatoria. Perras.
Ocupó su mente en otras cosas, como tratar de hacer un pastelón de carne. Le faltaban algunos ingredientes así que tomó al bebé y lo puso en el cochecito, tomó algo de dinero de su bolso y salió al supermercado, estaba tan solo a dos calles, así que no tendría problema en ir y regresar antes de que james estuviera de vuelta en casa.
Y así mismo fue. Cuando regresó, él aún no estaba allí, se decepcionó al saber que aún estaba en casa de esas chicas, entró el pastelón en el horno y notó que las luces se encendían. Salió hasta el balcón para buscar a james y avisarle pero se sorprendió al verlo junto con otros chicos cerca de un poste de luz. Al parecer ellos la habían arreglado.
Cuando todo estuvo servido, lo vio entrar y caminar directamente hacia ella. — ¿tú hiciste esto? Le preguntó mientras probaba un bocado.
Ella asintió tímidamente. —Espero que haya salido bien.
James sonrió y asintió, —Yep, has acertado, cielo.
No pudo evitar sentir emoción al saber que había hecho algo bien. —Gracias, le dijo sinceramente.
James la envolvió en sus brazos y la apretó contra él. —Me alegro tanto de que estemos bien, no sabes cuantas ganas tenía de tenerte entre mis brazos.
Ángela le dio un beso en la mejilla. —Yo te extrañé muchísimo.
Mientras james y el bebé pasaban tiempo juntos, sentados en el sofá viendo películas, ella salió al balcón, no podía creer que james y ella estaban juntos nuevamente, estar en sus brazos y verlo dedicarle sonrisas se sentía tan bien, ¿Cómo había podido vivir sin él por tanto tiempo? Aunque habían sido algunos meses se sentían como años.
Sonrió como boba y se sentó en la pequeña silla de madera que había en una esquina, a medida que pasaban los minutos vio a las tres chicas salir de su casa y corretear por la orilla de la playa, estaban casi desnudas, una estaba en ropa interior y las otras dos no tenían sostén.
Rápidamente miró hacia adentro, lo que menos quería era que james tuviera que verlas, sintió alivio cuando lo vio concentrado mirando algo en la tv. Ellas solo querían llamar su atención realmente no exageraba porque empezaron a correr cerca de la casa y por los alrededores y el frente.
Joder, ellas querían metérsele por los ojos a james, pero no lo iban a lograr, no le iban a quitar lo que le pertenecía. Caminó hacia la sala y notó que el niño estaba dormido en la alfombra con varios cojines a su lado y una manta. Sin pensarlo se sentó a horcajadas encima de él y lo besó.

Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora