53.

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—Una foto con mi mujer, embarazada de mi hijo. Puedo meterme en esto nena. 

Ángela rodó los ojos. —Estúpido, dijo avanzando sin él. 

Los demás días pasaron algo normales, su salud había mejorado, gracias a sus medicamentos más la buena alimentación que tenía. Era 24 de diciembre, su madre la estaba esperando en casa, temprano en la mañana había alistado sus cosas en una pequeña maleta. La casa se notaba triste, para esos días ella siempre estaba decorando todo y ayudando su madre en la cocina. Dejó la maleta lista en la cama y fue hacia la cocina, ahí estaba james. 

—Humm, me iré dijo lentamente. —Hoy es noche buena y ya sabes... Me gustaría pasarla con mi familia. 

Él estaba de espaldas y no dijo nada, pero notó que sus músculos se tensaban. — ¿Por qué no me dijiste nada? Preguntó.

—Tú... ya sabes, tú no celebras nada de esto.

Él se giró a observarla. — ¿a qué hora paso por ti? Le preguntó distraídamente.

—No, dijo algo dudosa. Pasaré la noche allá, cada año hacen lo mismo, pero esta vez estarán los familiares de Paul, sus primos o algo así escuché, Justin irá con la niña y mi hermana, e irá una amiga de mi madre, no estoy segura. 

Silencio. 

Ángela no sabía que hacer o que decir, se sentía como si le estuviera pidiendo permiso, cuando solo era un aviso, él la observaba con el ceño fruncido. —Iré contigo, dijo finalmente. 

— ¿Irás? Preguntó asombrada. —No... No vayas, dijo sinceramente. 

— ¿Por qué?

—Todos piensan que somos... que somos una pareja normal y que nos amamos, no quiero que nos vean así, mi mamá empezará... 

—Me importa un comino lo que piense tu madre. Dijo bruscamente.

Se había enojado, ella miró al piso. —Solo quédate, no le veo la gracia a ir y estar peleados, no sé... 

James se acercó a ella. —Ángela, mírame.

Ella alzó el rostro hacia él. — Iré, y tú no lo vas a impedir. Iré a preparar mis cosas, dijo le dio un beso en la frente y se fue. 

Cuando llegaron a casa de su madre estaba algo nerviosa, no quería que james le gritara delante de todos o le dijera algo feo. Suspiró, estaba exagerando, lo sabía. Al entrar se encontró con la sala llena de personas, Alma literalmente chilló cuando la vio y corrió a abrasarla, la arrastró hasta en medio del lugar. —Y esta es mi hija más pequeña, Ángela, dijo sonriendo. —Está también embarazada. 

Ella sonrió tímidamente al chico prácticamente de su edad que estaba frente a ella, él le extendió la mano y besó su muñeca. Eso había sido algo raro. Luego observó a la chica, era una adolescente entre sus 16 o 17 años si no se equivocaba, seguido estaba Paul, el cual le sonrió de forma amistosa, ella hizo lo mismo. Vio a otra señora la cual era algo mayor que su madre, era la hermana de paúl, madre de los dos chicos que había visto, estaba su hermana, la pequeña sofi y Justin. 

Se escuchó como algo cayó al suelo, todos enfocaron la vista hacia james, el cual observaba a todos con el ceño fruncido. —Él es James, dijo Alma al verlo acercarse a Ángela, el papá del niño. Todo se volvió tenso, su madre había cambiado su actitud con james, igual que su hermana, el único que lo seguía apoyando era justin. Era lógico, eran amigos desde hace mucho tiempo.

— ¿dormiré en mi misma habitación? Preguntó en tono bajo a su madre.

—Sí, pero no sabía que james vendría. No arreglé nada.

—Él cambió de opinión a último momento, dijo en forma de excusa.

— ¿Has visto a Axel? Preguntó su hermana sonriendo.

— ¿El sobrino de Paul? Preguntó confundida. —Sí lo he visto.

—Es lindo ¿Verdad? Preguntó un poco alto. Ella observó hacia atrás, james estaba escuchando, los demás se habían esfumado, pero él seguía ahí. 

—Bueno, respondió evadiéndola.

—Anda, sabes que sí es lindo. 

Ella sonrió más no dijo nada, entornó los ojos hacia ella disimuladamente, pero de nada sirvió, lo estaba haciendo a propósito. — ¿Por qué no respondes? Preguntó en tono alto, luego observó a james, —Ah, Hola. Le dijo en tono frio fingiendo una sonrisa. 

Sofía caminó hacia él y james la tomó en brazos, —Hola pequeña, le dijo a la niña. 

Ángela observó a su madre y a su hermana, —Iré a mi habitación. Dijo zafándose de ambas.

Observó a james dejar a la niña en el suelo y seguirla con las dos maletas pequeñas en las manos, al entrar a su habitación se giró para observarlo. —Mi mamá no sabía que venías...

James alzó una ceja y sonrió pero se notaba que estaba irritado. — Sí, ya vi que hiciste tus planes sin mí, dijo en tono sarcástico. 

Ella suspiró. Ignoró su tono y siguió hablando. —No arregló una habitación para ambos, supongo que con todas las personas estamos llenos, mi cama es algo pequeña y mi sofá es también pequeño. 

—Bien, quieres que me vaya. Dijo enojado. 

—No, james... No. ¿Podrías dejar de pensar que te quiero echar de aquí?

—Es obvio que eso también lo quiere tu hermana y tu madre. 

Ella suspiró y se le acercó, pero él retrocedió. —No te enojes ¿Si? No fue mi culpa que viniera tanta gente, no sabía que esos chicos estarían aquí. 

Silencio.

Ángela miró al suelo resignada, se sentía regañada por un padre, o por alguien con un intelecto superior al de ella, todo lo que decía o hacía para sus ojos estaba mal. Estaba física y emocionalmente agotada. Cuando se disponía a dormir un rato antes de la cena, su madre la llamó y la ocupó en la cocina junto con su hermana y Axel, él amaba cocinar y quería ayudar. Odiaba esto, no era que el chico le cayera mal, se veía buen tipo, pero su madre y su hermana querían hacer enojar a james a propósito. Y sinceramente odiaba al james enojado, se volvía frio, agresivo, cortante y eso la hería. Pero nadie entendía esa parte. Nadie lo veía desde ese punto.

Cuando por fin pudo liberarse, subió a su habitación y encontró a james vestido con unos pantalones de tela, y una camisa color azul enrollada en los codos. Se veía hermoso, ella sonrió, él al verla no lo hizo, estaba fumando apoyado en su pequeño balcón, sintió que su corazón caía a sus pies. Un nudo se formó en su garganta. No quería pasar esas fechas tan lindas sintiéndose así, estando tan distante con él, joder. Estaba embarazada, él era el papá de su hijo. ¿Por qué no podía al menos fingir que la quería un poquito? 

Cuando salió del baño james no estaba. Aprovechó sus minutos de soledad, abrió su armario y buscó un vestido hermoso que había comprado y no había usado nunca, era rojo y llegaba al piso en la parte de atrás, en la parte de adelante era más corto, era de un solo hombro. Peinó su pelo en un moño alto y se maquilló, hace semanas que no lo hacía, finalmente buscó sus tacones de plataforma color negro. Se miraba en el espejo cuando vio james entrar, estaba sorprendido. — ¿Cómo me veo? Preguntó Ángela sonriendo tímidamente.

—Hermosa, le dijo sinceramente.

—Gracias. Le dijo con las mejillas ruborizadas.

Él se acercó. —Me pregunto, ¿te pusiste así tan linda para mí o para el otro con cara de idiota?

Ella sonrió, —Para ti, le dijo acercándosele y dándole un beso. 

Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora