Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.

89.

— ¿Nos llevarás a la playa? Preguntó curiosa.

Él cabeceó. —No exactamente. Tommy nunca se ha bañado en una, podríamos darle esa experiencia ¿No crees? 

—Es muy pequeño para eso.

—Compré salvavidas, además lo tendré en mis brazos.

—Oh, ya compraste salvavidas. Dijo rodando los ojos.

—No me iré de aquí con un No como respuesta.

Suspiró. —Está bien, todo sea por la experiencia para tommy, dijo sacando un pequeño bolso y preparando cosas para él. Finalmente echó un traje de baño y un cambio de ropa para ponerse cuando se bañara. 

Tendría que darse un baño antes de ir con ellos ya que aún tenía la ropa de deporte y estaba sudada. —No tenemos tiempo... le dijo james bajando con el bolso que ella había preparado y con tommy. Ella rodó los ojos y lo siguió. 

— ¿Van a salir? Preguntó alma con el ceño fruncido.

—Eso creo, respondió Ángela insegura.

— ¿A dónde irán? Preguntó.

—Es sorpresa, intervino james abriendo la puerta para que Ángela pasara.

Ángela miró a su madre y se encogió de hombros. Se sorprendió al ver el asiento para bebé que james había comprado, aseguró al niño y se montó delante. Todo el trayecto al lugar desconocido fue en silencio. Entre veces james opinaba una que otra cosa pero de parte de ella no había comunicación. 

Ella moría de ganas de preguntarle si tenía novia nueva, alguna conquista o algo por el estilo, ya que estaba casi segura que toda su ausencia se debía a eso pero temía que la respuesta a eso la hiciera sentir peor de lo que ya se sentía.

—James, estamos saliendo de la ciudad, le dijo observando a los lados. — ¿A dónde rayos vamos?

—Te dije que era una sorpresa, respondió sonriendo. 

Eso la asustó. ¿Y si realmente la estaba raptando? Respiró hondo. Él no era capaz de eso ¿O sí? 

—Entonces... Este tipo.... ¿Es tu novio? Le preguntó james mirando hacia el frente.

—No aún. Respondió despreocupada. 

— ¿Qué hace él? preguntó james.

—Trabaja para Adidas.

— ¿Es bonito para ti?

—Bastante, respondió mordiéndose el labio.

Hubo un silencio incómodo. Luego de unos minutos el celular de james empezó a sonar, él lo observó pero no tomó la llamada.

— ¿Y tú? Le preguntó observándolo.

— ¿Yo qué? Preguntó confundido.

— ¿Tienes novia nueva? Le preguntó algo insegura.

Él sonrió. —Hummm aún no, respondió.

Eso hizo que su corazón se cayera al piso. —Oh, entonces tienes una nueva conquista, dijo con tono apagado. 

—Afirmativo, respondió concentrándose en conducir.

Ni siquiera sabía por qué había preguntado. No podía negar lo triste que eso la hacía sentir, respiró hondo y miró por la ventana, al cabo de una hora sus ojos empezaron a cerrarse, se acomodó en el asiento se rindió a dormir. 

James observó por el espejo retrovisor a su hijo, el cual se había rendido a dormir, al igual Ángela. Parecían angelitos. Sonrió como tonto. ¿Alguna vez dejaría de amarlos? Mientras esperaba que el semáforo cambiara de rojo a verde escuchó que el celular de Ángela sonaba. Metió la mano en el bolso que tenía en las piernas y lo sacó. Decía 'Franco'. 

Sonrió maliciosamente mientras tomaba la llamada. — ¿Si? Preguntó.

— ¿Es el número de Ángela? Preguntó el chico algo confundido.

—Sí, por supuesto, respondió james.

—Ella dónde está.

—Está conmigo amigo, soy el papá de su hijo.

—Hmmm ¿Puedo hablar con ella? preguntó inseguro.

—Te la pasaría pero está dormida... Verás... Seré claro contigo, no quiero que mi chica esté saliendo con otros hombres o recibiendo llamadas, Si te encuentro te vas a arrepentir de haberte metido con ella. Soy un exsoldado, créeme que enfrentarme contigo podría ser muy doloroso para ti, ¿Lo entiendes? 

—Sí, respondió el chico algo intimidado. —Yo solo...

—Solo déjala en paz, respondió y colgó.

Borró la llamada, depositó el celular nuevamente en su bolso y le dio un beso en la mejilla, Nadie tocaría a su chica... Nadie.

Ángela se sobresaltó. Estiró un poco los brazos. — ¿Dónde estamos? Preguntó confundida notando que ya estaba anocheciendo y james seguía conduciendo. Observó el reloj. Eran las seis de la tarde. Miró hacia atrás para encontrar a tommy con un peluche en la mano. — ¡¿Dónde estamos?! Preguntó sobresaltada. — ¡¿A dónde nos estas llevando?! ¡¿Piensas secuestrarnos?! 

—Si, respondió sonriendo.

¡¿Qué?!