109.-CAPÍTULO FINAL:')

316 13 0
                                    


Y se preguntó en ese justo momento cómo estaría su hijo, si regresaba vivo dentro de dos o tres años, ¿Cómo lo recibiría Ángela? Ella quizás iría con su nuevo esposo y su nueva familia, tal vez solo iría tommy a verlo, o tal vez ninguno.
— ¿Señor me permite su boleto de avión? Le preguntó una chica con uniforme.
Él negó. Y lo rompió en pedazos, no iría a ningún lado. Malditamente no iba a dejar que otro le diera a su familia lo que él tenía que darle, lo que él quería darle y lo que malditamente le daría. Nadie lo iba a reemplazar ni dejaría que ningún hombre se sintiera orgulloso de tommy cuando se graduara y creciera. Él quería vivir eso, él quería vivir con ellos, porque ellos eran parte de él, y ya le había fallado a su primera familia, no lo haría con esta.
Ángela secó las lágrimas que se desbordaban por sus mejillas. Estas eran las ultimas que salían de sus cansados ojos, estaba parada en el balcón de su habitación, toda su familia estaba abajo organizando una cena para tratar de animarla pero eso no iba a quitarle el dolor que sentía.
Realmente ese dolor nunca se iría, solo aprendería a vivir con él. Suspiró hondo, nunca vivió con su padre y se moría de dolor al saber que su hijo tampoco. No es que fuera imprescindible pero hacía falta. Esa tarde tommy había sorprendido a todos y había dado sus primeros pasos, ya ni siquiera quería estar en la cuna, sino parado e intentando correr.
Dentro de tres meses cumpliría su primer año y ya su madre estaba planeando darle la mejor fiesta dela historia. Sintió que alguien tiraba de su falda y miró hacia abajo para darse cuenta de que tommy se aferraba a sus piernas para no caerse, él le brindó una sonrisa, que lo hacía ver hermoso ya que se le veían dos pequeños dientes. Ella le sonrió y lo tomó en sus brazos. —Creo que deberías dormir un poco antes de bajar a cenar, le dijo y lo depositó en la cuna, él al principio protestó pero ella se quedó a su lado, lo llenó de besos y al final cedió.
Se tiró en la cama y miró hacia el reloj, a esta hora ya james debía estar a muchos kilómetros de distancia de ella. Miró al techo y tocó su vientre, aún dolía pero al menos ya se estaban calmando los dolores causados por el aborto. Sintió su labio temblar y apretó los ojos con fuerza al notar el torrente de lágrimas que salía por sus ojos.
Sollozó en silencio, tenía los ojos cerrados y trataba de imaginar que todo estaría bien, que si dentro de unos años tommy necesitaba un padre ella iba a tratar de encontrar a un hombre que lo amara, aunque eso significara fingir que ella lo amaba, no le importaba, le pretendía dar todo lo que ella no recibió.
Sus sollozos incrementaron y malditamente quería detenerlos, pero no podía. No cuando sentía que una parte de su corazón se le había desprendido. No cuando sentía que no podía con las cargas que le tocaban.
Escuchó que la puerta se abría y escondió la cara en medio de las almohadas, no quería dar explicaciones a su madre o a su hermana, no quería que ellas la miraran con lastima y trataran de buscarle una pareja solo para verla sonreír de nuevo. Quien sea que hubiere entrado al parecer se apiadó de ella porque no hizo preguntas, ni siquiera habló. Sintió una mano en su vientre y abrió los ojos de golpe. Se giró para observar a james con el rostro cubierto de lágrimas y vestido de militar. Él estaba arrodillado frente a su cama. Ella acarició su mejilla porque realmente no sabía si estaba viendo visiones o si era real.
Vio que él besó sus manos y la atrajo hacia él. Y entonces sus lágrimas empezaron a salir con más fuerza, él estaba ahí. Con ella. — james, sollozó. Pero él no la dejó hablar, pegó su frente con la de ella y cerró los ojos. —shhh... Déjame hablar a mí, princesa, le dijo tiernamente. —Déjame que te diga todo lo que siento... déjame que te haga feliz esta vez. Siento haberme alejado, perdóname por no creerte cuando dijiste que estabas embarazada, si no hubiera sido tan imbécil tal vez ese pequeñito estuviera en tu vientre, perdóname dijo posando su mano encima de su vientre. —Quiero quedarme contigo para siempre, le dijo sonriendo y besándola. —Te quiero a ti, para toda la vida... Y te traje un regalo.
Ángela frunció el ceño y sonrió aún con lágrimas en los ojos cuando vi el anillo que él tenía en su mano. —Pensaba tenerlo como anillo de la suerte, pero mi suerte eres tú y mi hijo. Cásate conmigo ahora mismo y vámonos a cualquier lugar a tener una bonita luna de miel.
Ella cerró los ojos y asintió. —Acepto, dijo con la voz en un hilo. James la besó con intensidad y ella le devolvió el beso de la misma manera, ella se acercó más a él y sin proponérselo hizo que él perdiera el equilibrio y ambos cayeron al piso. Luego de unos segundos, ambos escucharon el llanto de tommy así que se pararon rápidamente y fueron hacia él, Ángela se sorprendió bastante al ver que tommy tenía las manos extendidas hacia james y luchaba por saltar de la cuna. Él lo tomó en sus brazos y le dio un beso en la mejilla. —Hey, campeón ¿Me extrañaste? Le preguntó dándole un beso en la mejilla. Pero el niño no respondió al menos no con palabras, se acurrucó en su pecho y lo abrazó.
James se giró hacia Ángela. — ¿Y tú, princesa? ¿También me extrañaste? Le preguntó tomándola por la cintura y atrayéndola a sus brazos.
—Cada día, le respondió al tiempo que se acurrucaba en su pecho y cerraba los ojos. —prométeme que nunca más te irás, le dijo mirándolo a los ojos.
James la observó y le dio un beso. —Nunca... Nunca más.

Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora