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Sin pensarlo gritó de pánico y salió corriendo de la habitación, tropezó con una de las cubetas y cayó al piso. Su cuerpo se mojó y su pierna dolía horrores. — ¡James! Gimió sintiendo que el dolor explotaba en su rodilla.
— ¿Ángela?
—Aquí, respondió tratando de atraerlo hacia ella pero era muy difícil, ya que todo estaba a oscuras.
Vio como un foco la alumbraba. —Oh, cielo. Dijo ayudándola a parar.
—Me caí, dijo ella con lágrimas en los ojos.
Él la abrasó. — ¿Te duele algo?
Ella hizo una mueca de dolor al notar que no podía afincar el pie derecho. —No puedo caminar, le dijo acurrucándose contra él. James la tomó en brazos y caminó con ella hasta la sala y la sentó frente a la chimenea.
—Estás mojada, le dijo sacándose la camiseta y pasándola. —Ponte esto.
—Me tendré que quitar esta ropa, dijo mirándolo.
—Lógico.
—Voltéate.
— ¿Qué? Preguntó frunciendo el ceño.
—Mira hacia otro lado.
— ¿En serio? Te he visto desnuda, además casi no te veo, la chimenea no me da mucho alcance.
—Voltéate le repitió con las mejillas sonrosadas, no tenía idea de porqué lo hacía pero quería tener privacidad.
—Como digas, dijo james en señal de rendición gateando hacia tommy.
Ella se quitó la ropa rápidamente, notó que su ropa interior estaba mojada también, así que se la quitó también y luego se puso la camiseta de james, se sentía desnuda y prácticamente lo estaba, ya que la camiseta no era lo suficientemente larga así que dejaba su trasero al aire. Genial.
— ¿Lista? Preguntó james.
Ella suspiró y se sentó nuevamente. —Supongo.
Él estiró las sabanas, se desvistió, quedando en bóxer y se acostó, ella aún seguía sentada abrasando sus rodillas pero luego de unos minutos cuando el sueño la estaba reclamando se acostó a su lado. Puso la cabeza en su pecho. — ¿Estás enojada conmigo? Le preguntó James.
—¿Por qué? ¿Por lo de las goteras? No es tu culpa. Le dijo poniendo su pierna lastimada encima de la pierna de james.
—Ángela... escuchó que la llamaba luego de unos minutos. —No puedes hacer eso... le dijo.
Ella se apoyó en un codo. — ¿Hacer qué? Preguntó observándolo.
Él bajó las manos hasta su pierna y la acarició atrayéndola más hacia él. Ángela frunció el ceño al verlo ponerse de lado y subir las manos a través de la camiseta que tenía y acariciar su cuerpo. —James... empezó a decir. Pero fue lo único que pudo decir antes de verlo subírsele encima y besarla.
Quería detenerlo, por alguna razón sentía que lo que estaban haciendo no estaba bien pero... No quería hacerlo, había ansiado su toque por tanto tiempo. Había conocido chicos y no había tenido el deseo hacia ellos como con james.
Era como si ella le perteneciera solo a él. Rompió el beso y miró hacia un lado, el niño estaba profundamente dormido pero de igual forma no quería despertarlo. Le sonrió a james y lo volvió a besar... —Te extrañé tanto, le susurró james descendiendo por su cuello y dejando un reguero de besos por su cuerpo, ni siquiera se había dado cuenta de cuando la camiseta que tenía puesta había desaparecido. Se arqueó al sentir sus labios cambiando de un pezón a otro.
Quería gritar, pero se estaba conteniendo para no despertar al bebé, james por supuesto no la estaba ayudando, lo vio descender por su cintura y besarla justo en medio de sus piernas, soltó un grito y acarició su pelo. Maldita sea, al paso que iba, iba a explotar antes de tenerlo dentro.
Se presionó contra sus labios al sentirlo morder suavemente su clítoris e introducir dos dedos en ella, echó la cabeza hacia atrás y tocó sus senos, sentía que iba a explotar, sentirlo trabajando en su centro al tiempo que la penetraba con sus dedos era demasiado para ella. —Oh, james, gimió corriéndose y cerrando los ojos con fuerza.
Ni siquiera tuvo tiempo de estabilizarse cuando sintió que él la tomaba por las caderas y la posicionaba frente a su miembro, penetrándola de golpe. Apretó las colchas que tenía debajo para obligarse a no gritar pero le fue imposible, él al parecer disfrutaba verla resistirse a gritar porque tenía una sonrisa dibujada en sus labios.
Cambió de posición, colocándose encima de ella y apoyando ambas manos a cada lado de su cabeza mientras la embestía con mayor intensidad, ella buscó sus labios y sofocó un grito al sentir que explotaba en mil pedazos. Él continuó golpeando en su interior y luego de unos segundos sintió como su semilla caliente se derramaba en su interior.
James se desplomó a su lado y la subió a su pecho. Ángela sonrió, le acarició la cara y luego le dio un tierno beso. Eso había sido lo más romántico que había tenido en mucho tiempo, todo había sido como un hermoso desastre.
No había parado de llover, había goteras en casi toda la casa, no había energía eléctrica... pero estaban juntos, sudado y extasiados frente a la chimenea, viendo el fuego hacer diferentes formas y disolviendo la leña. Sí, definitivamente todo no había salido mal después de todo.
— ¿estás bien? Le preguntó james.
Ella sonrió y lo volvió a besar. Lo había extrañado tanto que le dolía tan siquiera estar lejos de él, quería enfrascar ese justo momento y guardarlo para siempre. —Sí, estoy bien, respondió sintiendo que él descansaba sus manos en la parte baja de su espalda.
—Te amo, le dijo james besando su mejilla.

Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora