20.

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— ¿Qué pasa? Preguntó.
—Estoy esperándote en el estacionamiento, baja... te llevaré a casa.
— ¿Cómo conseguiste esta dirección?
—Solo baja nena ¿Si? 
Ella se avanzó hacia el balcón y lo vio, la estaba observando con el celular en la mano… —Tenemos que hablar, baja… 
Ella asintió mientras colgaba y se ponía su ropa en silencio. Observó a Richard antes de irse, seguía dormido, — Adiós, dijo lentamente mientras salía de la casa y se metía en el ascensor, al entrar al estacionamiento empezó a caminar lentamente hacia él y cuando estuvo a milímetros de su cuerpo lo observó, james no se pudo contener la abrasó fuerte y así duraron unos segundos. — Vamos a casa, le dijo mientras le daba un beso en el pelo. 
Ángela asintió mientras se metía en el vehículo, james la abrasó mientras conducía, ¿por qué ella le hacía las cosas complicadas? Ella le gustaba, le encantaba pero él no estaba listo para tener una relación formal con nadie, dos mujeres habían muerto por su culpa, no quería más sangre, no quería más muertes, le aterraba le hecho de que a Ángela le pasara algo por su culpa. —Dejaste a todos muy preocupados cuando te fuiste, le dijo. 
Silencio.
— ¿No quieres hablar? Le preguntó acariciando su brazo.
—No.
James la tomó de la mano mientras entraba con ella a su casa… — ¡Es que no entiendes! Gritó alma… —Ángela es como un niño pequeño, se deja influenciar muchísimo de los demás, ella es muy ingenua, dijo lamentándose. 
_____ observó a su hermana, se veía triste, se acercó a ella, —Gracias James por traerla.
—Me vas explicando ahora mismo como es eso de que ese Richard te drogó, ¡Habla! Le gritó alma.
James la abrasó con fuerza… —Ella está bien, creo que los gritos sobran aquí. ¿Verdad nena? 
Ángela lo observó más no dijo nada, se soltó de sus brazos y subió a su habitación. — ¿Ahora me ignoras? Le preguntó alma.
—Déjame encargarme de esto, le rogó ____ a su madre.
—Ella es mi hija.
— ¡pero tú lo único que haces es gritar! A los adolescentes no se les trata así. Entiéndelo.
—Ella tiene 20 años.
—Es como una niña ¡Tú lo dijiste! Mira, mañana vuelvo temprano, ahora no me puedo quedar Justin y la niña están cansados, pero no le grites ¿Si? 
Alma asintió. —Está bien, me calmaré. 
____ le sonrió mientras se iba de la casa.
Alma caminó hacia la habitación de su hija, su pequeña hija… —Angie cielo.
Nadie respondió, Alma se acercó a la cama, su pequeña estaba dormida, le dio un peso en el pelo, —Ay amor no sabes cuánto te amo, no sé en qué cosas andas metidas y me preocupo ¿Sabes? Porque tú eres mi hija, y sí, tal vez soy la culpable por tratarte como te trato pero es que no quiero que te hagan daño, dijo tristemente. Suspiró cansada, de una forma u otra ___ tenía razón tenía que entender que Ángela ya no era una niña.
James no pudo dormir en toda la noche, ¿Qué le estaba pasando? Sentía que su cama estaba vacía sin ella, quería estar a su lado en ese justo momento, estar abrasándola y besándola… se moría por entenderla, protegerla, pero no quería herirla… no quería que verla llorar por él. Suspiró, tenía que buscarla… él era mejor que el novio que ella tenía, no le prometía amor eterno pero podía mantenerla segura en sus brazos por un tiempo, sin compromisos. 
Al otro día él se dirigió temprano a la casa de Ángela, necesitaba verla, sabía que ella se pondría muy feliz cuando él le ofreciera que lo intentaran, pero se decepcionó cuando alma le informó que ella hacía salido muy temprano y no sabía dónde estaba.
Ángela se había levantado decidida, no tenía por qué aguantar a un novio que no la quería, no tenía que estar por debajo de nadie... sabía que él se iba a enojar muchísimo, lo conocía y solía ponerse violento cuando le decían cosas no agradables. Cuando llegó a su casa, él ya estaba bien cabreado, suspiró… — ¿Qué haces aquí tan temprano? Le preguntó en voz alta.
—Vine a hablar contigo, le dijo Ángela decidida.
—Te escucho.
—Yo… Yo quería… Yo estoy aquí para…
—Habla Ángela, que no tengo todo el día.
—Quiero que terminemos, no quiero seguir más contigo. Dijo un poco asustada.
— ¿Qué? 
—Repite lo que dijiste, le dijo acercándosele. — ¿Tú me crees imbécil o qué? Es por el tipo ese ¿Verdad? 
Ángela negó rápidamente, pero no pudo hablar, él la tomó por el cuello y la pegó a la pared. 

Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora