Amor en turbulencia. (2da parte de Un amor en tiempos de guerra) TERMINADA.

30.

— ¿No quieres que entre contigo? Preguntó midiendo su reacción.
—No.
Silencio.
—Dame unos minutos, volveré en seguida.
Al entrar en la casa se encontró con su hermana observándola junto a su madre, —Explícame algo, ¿Dónde vives? ¿En casa de james o aquí? Le preguntó alma enojada.
Ella observó rápidamente a su hermana, ¡Ella le había contado! ¡Joder! — ¿No podías solo meterte en tus cosas? Le dijo bruscamente. 
____ abrió los ojos como platos, quiso decir algo pero cerró la boca.
— Me iré por una semana, dijo lentamente… — Iré con james a…
— James, james, james, ¿Qué te pasa con él? ¿Están saliendo? Preguntó alma observándola directamente a los ojos, ella observó cómo su hermana la presionaba con la mirada para que dijera la verdad, pero ella no sabía si estaba preparada aun para decirlo.
— Yo… empezó a decir.
— ¿Sales con él o no? ¿Qué pasó con Richard?
— Yo… siguió diciendo Ángela algo nerviosa, — Yo…
_____ intervino, — Ellos no están saliendo, solo… solo son amigos.
— Ah, gracias a Dios soy una madre estúpida, no conocedora de la sexualidad, alguien promiscua, y no me doy cuenta de las cosas. 
— Bien, estamos saliendo, ¿Contenta? Escupió Ángela de forma rápida.
— ¡Oh Gracias! Gracias por ser sincera, dijo Alma en tono sarcástico.
— Mamá por favor, deja de hacer eso.
— ¿lo quieres? Le preguntó su madre. ¿Estás enamorada de él?
Ángela rodó los ojos mientras asentía.
— ¿Y él lo está de ti?
Silencio.
— ¿Lo está? Insistió alma.
— No, mamá, él no lo está. Dijo aceptando su triste realidad.
— ¿pero… por qué?
— No lo sé mamá, no lo sé, solo lo amo y él no a mí, ahora prepararé mis cosas, Nos vemos en una semana. 
Corrió a su habitación sin darle tiempo a más preguntas, tomó lo que consideró más sencillo de su guardarropa y lo metió en una maleta rosa que guardaba debajo de la cama para emergencias, y esta era una. Empacó suficiente ropa interior y algunos trajes de baño, siguió observando las cosas útiles que podría llevar, finalmente tomó una plancha para el pelo, se puso un abrigo, tomó la maleta y bajó.
Pasarse una semana con james sonaba agradable, le preocupaba un poco conocer a su familia, ¿Cómo la presentaría el ante ellos? ¿Novia? ¿Amiga? Era mejo vivir segundo a segundo. Cuando aparcaron frente a la casa de james, a la que le tocó quedarse en el vehículo y esperar por james fue a ella. 
En eso de las dos de la tarde tomaron carretera para llega temprano a la casa, el camino se tornó un poco complicado por el hecho de que estaba lloviendo, la temperatura empezó descender, se acurrucó en el hombro de james, en menos de dos segundos sintió como él la abrazaba, no podía negarlo amaba a ese hombre. 
Se sobresaltó al escuchar una voz, abrió los ojos perezosamente, ¿Ya habían llegado? Se trató de acomodar, para darse cuenta de que seguía en el vehículo de james, observó a los lados, él no estaba a su lado, había oscurecido y seguía lloviendo, la puerta de su lado se abrió. — Vamos nena, hemos llegado, le dijo james ofreciéndole una mano mientras un señor sostenía un paraguas encima de su cabeza.