Parte 119 Confesión de la rosa azul.

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Base de los Toros Negros.

el hermoso amanecer se hizo presente.

al mismo tiempo la hermosa bestia limpiaba su amada base, con gritos y energías.

asta: Limpio esto y esto otro.-decía mientras limpiaba todo.

sacó la basura, pasó la escoba y demás.

habitación de las bestia.

asta: Bueno chicos. Traigo su comida.-se acercó a ellos con sus carnes.

la bestia mágica la hubiera devorado si no la hubiera esquivado.

asta: ¡Vuelve a hacer eso y prepárate para morir de hambre, aware!-gritó ella con sus cabellos al aire, mirada de muerte y las manos en sus caderas con la carne aun encima.

las bestias mágicas temblaron del miedo, y se calmaron.

su cabello vuelve a ser 'normal' y pudo alimentarlos sin problemas.

secre: ¿Qué haces?-le preguntó un poco alejado de ella.

asta:-se da la vuelta por completo y lo mira..-Alimentándolos y recordándoles quien es la bestia superior, aware.-le dijo sonriendo inocente y las manos cruzadas.

secre: (Sin duda alguna).-pensó para si mismo impasible, conociendo lo temperamental y aterradora que es.

entonces llegó el dios.

yami:-bosteza.-Eres muy ruidosa ya de buena mañana. Así uno de puede hacer nada tranquila.-le dijo fastidiado.

asta: Es mejor empezar el día con buena energía, aware.-le dijo igual.

yami: Deja de jugar, nos vamos.-avisó.

asta:-abre los ojos.-¿Dónde vamos?

yami: ¿Adónde crees? A investigar a los demonios.-dijo sin rodeos.-Empezaremos por la maldición de Vegh.-sonríe.-Veamos si encontramos alguna pista.

asta: Sí.-respondió.

yami:-deja de sonreír y dirige su mirada hacía él.-Ven tú también.

secre:-lo mira.-Bien.-accedió sin problema.

Hospital de Caballeros Mágicos, Capital.

en una de las habitaciones, con un vestido azul, la hermosa capitana está despierta, desposeída y sentada sobre su cama.

y sentada a su lado en una silla está su subordinada devota.

charlotte: Lo siento, Sol.-se disculpó y apretó la sabana que tenía encima.-Permití que me poseyera una elfa y no pude proteger a nadie. Soy una capitana terrible.-dijo con e ceño fruncido y los dientes apretados, frustrada consigo misma.

sol: No es verdad. No fue culpa tuya, jefa.-le afirmó.-Yo tampoco pude hacer nada.-reconoció.-Aunque me pese, me salvó el capitán de los Toros Negros.-reveló.

charlotte:-ensancha los ojos.-¿Yami? Ya veo. Y no me llames jefa. Llámame capitana.-dijo sonando como siempre.

sol: Sí, jefa.-dijo sonando como siempre.-Para ser un hombre, supongo que no está mal. Para ser un hombre.-reconoció.-Aunque no está a tu altura.-afirmó.

charlotte:-mira hacía el frente, pero de pronto se sonroja fuertemente.-(¿Aquello no era un sueño? ¿Ocurrió mientras estaba poseída?).-se preguntó mientras recordaba.

Bien hecho, humano.-recordó las palabras de charla.

charlotte: (En mis recuerdos Yami estaba muy cerca y...).-ensancha los ojos al recordar algo.

Black Clover: la bestia sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora