Capítulo 7

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Mientras Víctor cepillaba a Pimienta en el establo, escucha que Amelia hablaba alegremente con Juan y planificaban como irían a una fiesta que organizaban los trabajadores.

— ¿De qué fiesta hablan? — pregunta ya sin poder aguantar su curiosidad.

— Todos los años hay una fiesta en el campo para los trabajadores — responde Amelia — es un gran evento, vienen personas de otras casas y de ciudad vecinas. Esta es la primera vez que iré.

— Me gustaría ir — dice Víctor

— No puede ir usted señorito, es solo para los trabajadores, interrumpirá la celebración si el hijo del patrón llega — intervenía Juan.

— Es verdad Víctor, es como si alguno de nosotros fuera a las fiestas donde bailas con la viuda — Amelia lanza una carcajada para fastidiar a su amigo.

Víctor vuelve la mirada a su yegua color azabache. Le habría gustado participar en esa fiesta, estaba seguro de que Amelia la invitarían a bailar otros muchachos y eso le enoja de solo pensarlo.

— Pimienta esta lista, llévala de regreso Juan — termina diciendo Víctor

— Si señorito

— Volvamos a la casa Amelia — le indica Víctor

— Sí... adiós Juanito — se despide Amelia y ambos se regalan una sonrisa, lo que molesta a Víctor.

Amelia estaba feliz, puesto que sus padres por fin la han dejado participar en estas fiestas, ahí conocería a otras personas y podría hacer amigos. Los padres de Amelia, al igual que los padres de otros jovencitos, llevaban a sus hijos con el propósito de que encuentren una buena pareja que, posiblemente, terminen en matrimonio, es por eso que para Amelia está seria su primera fiesta, ya que al ser bonita, llamaba la atención y seguramente tendría varios pretendientes.

Mercedes estaba sentada en la sala, escuchando a su hijo tocar el piano mientras bordaba en compañía de Amelia.

— Supe Amelia que irás a una fiesta — saca Mercedes el tema a conversación.

— Si señora... será este sábado

— ¿Y qué vestido usarás?

— Bueno, mi madre me pasará un vestido viejo que tenía de cuando ella era más joven

— No quiero ofender a tu madre, pero tengo varios vestidos que ya no ocupó, están en el ático, si alguno es de tu agrado, tráelo y lo arreglamos ahora

— Oh señora, muchísimas gracias — dice Amelia con gran alegría.

Rápidamente, la joven sale del salón para dirigirse al ático. Víctor se detiene al tocar el piano y habla con su madre.

— ¿Por qué esa fiesta es tan importante? Es solo una fiesta campesina

— Porque si Amelia tiene suerte, encontrará un buen partido para comprometerse, además que ella es una joven muy linda, le será muy fácil romper algunos corazones, por lo que veo, seguramente se casará para el próximo año.

— Madre, yo también quiero ir — dice Víctor con esperanzas.

— Claro que no Víctor, nosotros vamos a otros tipos de fiestas

— Si claro, en donde se aparece la viuda — dice con fastidio Víctor

— Ay Víctor, ni me menciones a esa mujer, estoy cansada de ella — Dice Mercedes de forma cansada — A tu padre ya le ha dado indicios de que quiere comprometerse contigo

— ¿Y qué le dijo? — pregunta Víctor asustado

— Por supuesto que le rechazó, no te casaríamos con una mujer mayor que nosotros, primero me muero antes que ver algo como eso.

Un Amor Tan IntensoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora