Con tan solo una semana de encontrarse Celenia y Agustín de regreso de su luna de miel, el infierno se desató.
Fueron llamados varias veces por el club de caballeros, pero Agustín estaba preocupado de otras cosas y evitaba lo más que podía acudir a este encuentro, puesto que ya todos estaban enterados que Agustín Fortunato contrajo nupcias sin invitar a nadie, lo que dejaba una muy mala imagen para la familia.
Todo termina en absoluto caos, cuando en la sección de chismes del periódico se menciona a Celenia y Agustín. Se hablaba del desafortunado matrimonio Fortunato. Habían investigado muy bien a Celenia y explicaban en la redacción sus orígenes y su paso por la mansión Fortunato, luego sacaban conjeturas sobre que era la amante de Agustín mientras Mercedes vivía y otras cosas más. La nota concluía que, los varones Fortunato, tanto padre como hijo, había sido seducidos por sirvientas y todas las damas, independiente de su origen, tenían oportunidades de contraer nupcias con un hombre de alta sociedad y lograr el soñado cuento de hadas. Todas estas noticias fueron ocultadas a Celenia, puesto que ya estaba notando lo que estaba pasando y se culpaba, además de que su estado de salud estaba decayendo, se sentía agobiada la mayor parte del tiempo y con un dolor en el vientre producto de las preocupaciones.
Ya no pudieron ocultar más la situación, cuando una tarde, mientras Agustín trabajaba con Víctor, llegan a la mansión una comitiva de todos los miembros del Club de Caballeros para hablar con ellos.
— Ya que ustedes no se aparecieron bajo la solicitud del club, nosotros hemos venido a aclarar estos asuntos — parte hablando el presidente del Club
— Sabemos muy bien Agustín, que ha contraído nupcias con su antigua ama de llaves, o ¿tendrá el descaro de negarlo?
— No lo negaré. Es así — contesta Agustín con naturalidad.
— Pero ¿cómo pudo llegar a eso Agustín? Usted, un hombre intachable y estimado de nuestro club, su nombre imponía respeto.
— Nosotros apartamos la vista del escándalo de su hijo. Ya sabíamos todos que, él escapó con su sirvienta para casarse a escondidas... ya los Reinales nos habían advertido de esto — mencionaba un hombre de bigote.
— Tomamos sus mentiras como una verdad para que no sea expulsado del club de caballeros, solo por respeto a usted, ya que no podemos controlar el comportamiento de nuestros hijos — intervenía nuevamente el presidente del Club
— ¿Pero usted Agustín?, eso quiere decir que el gusto por la servidumbre viene de familia
— Ahora son la burla en la sociedad. Nosotros somos el ejemplo ante los demás, nuestro club tiene una fuerte norma moral, reglas de conductas establecidas, con generaciones de una buena imagen y ustedes despreocupadamente arruinan esto — dice el juez de la suprema corte.
— Ahora se cree que cualquier mujerzuela pude aspirar a contraer nupcias con alguien de nuestro estatus.
— Son una vergüenza, usted y su hijo... unos descarados y libidinosos...
Sin aguantar más todo esto, Agustín se levanta de su escritorio furioso, golpeado la mesa con los puños y gritándoles a aquellos hombres.
— ¡YA BASTA!... NO PERMITIRÉ QUE NOS FALTEN EL RESPETO A MI Y A MI FAMILIA EN MI PROPIA CASA
— Es usted el que nos ha faltado el respeto... — contesta un hombre regordete, pero lo vuelve a interrumpir Agustín.
— Hablan de moral, cuando eso les falta a muchos de aquí. Tienen su harén en casa, obligan a sus criadas a estar con ustedes y si para mala suerte, esas jóvenes quedan embarazadas, las expulsan como si fueran basura, o no es así, señores Bernarles, Zorsa, Patmad... y Oh... Don José Hidalgo... que sorpresa que este también por aquí en esta comitiva, cuando todos sabemos qué media ciudad de Cuenca la integran sus hijos ilegítimos.
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Un Amor Tan Intenso
Ficción históricaLos Fortunato, una rica y poderosa familia del siglo XIX, comprometen a su único hijo a contraer un matrimonio por conveniencia y heredar el gran imperio de los reyes del Carbón. Pero él, no tenia los mismos planes, amaba a otra mujer y abandona tod...