El matrimonio de Celenia y Agustín se celebró a los dos días siguientes, en el más absoluto secreto y se realizó de la misma manera que lo había planeado Agustín hace ya 20 años. Acudieron al claustro de monjes muy temprano por la mañana, solo con la compañía de Víctor y Amelia, puesto que este era el lugar ideal para realizar un matrimonio en secreto. La ceremonia fue corta, pero emotiva para todos.
Aun siendo temprano, los nuevos esposos suben a una carroza en compañía de Amelia, ya que Víctor era el chófer y conduce hasta la mansión; esta era la manera en que el conductor real, no se dé por enterado de que en el interior había unos recién casados y así evitar comentarios.
Al llegar, solo bajan de la carroza Amelia y Víctor, aquí cambian de chófer, por uno que los llevaría hasta el puerto a tomar un barco, para así pasar su luna de miel en un país vecino y recuperar en algo aquel tiempo perdido. El nuevo matrimonio no quiso una fiesta de bodas, ya que no tenían invitados y el rumor de que el mayor de los Fortunato también se ha casado con una doncella de origen humilde, debía posponerse lo más que se pueda.
***
Amelia entra al despacho de Víctor con una bandeja que contenía un vaso de limonada, unos cortes de jamón y huevos cocidos. Lo ve divertido leyendo una carta, con una sonrisa tan amplia que pronto soltaría una carcajada.
— ¿Qué es tan divertido? — pregunta Amelia, dejando la bandeja encima de una mesita.
— Mira esta carta, es de papá
Amelia se acerca para leerla por encima del hombro de Víctor, pero no ve nada extraño en ella.
— Solo dice en dónde están, que están muy bien y desea que nosotros también lo estemos. ¿Qué de raro tiene eso?
— Que antes papá escribía mucho en las cartas que enviaba y ahora solo un par de líneas... eso quiere decir que Celenia lo debe de tener muy ocupado — volvía a reír Víctor.
— Ay Víctor, qué bonito... me alegro tanto por ellos — Amelia retiraba los papeles que estaban encima del escritorio, ya que deseaba que Víctor comiera unos bocadillos, antes de continuar con su trabajo.
Ya habían pasado 2 semanas desde el matrimonio de Celenia y Agustín. Víctor tomó posesión completa de la empresa, mientras dure la luna de miel de 2 meses que se estaban dando sus padres.
— Nosotros también deberíamos tener una luna de miel como esa, solo descansamos 2 días después de nuestro matrimonio y comenzamos a trabajar — dice de manera pensativa Víctor
— Sí, es verdad. Si no conseguíamos trabajo, no tendríamos cómo mantenernos.
— Le pediré unas vacaciones a mi padre cuando regrese — Víctor se levanta de la silla y se acerca a Amelia, hablándole en el oído como un susurro muy sensual y mordisquear su lóbulo dándole un pequeño tirón — ¿Te gustaría?, nos dedicaremos solo a nosotros, te daré todo mi tiempo y podemos hacer lo que queramos ya sin el miedo de no tener dinero para comprar un pastelillo en una tienda.
Amelia seguía recibiendo besos en el cuello y sentía cómo la lengua de Víctor jugaba en su oreja, lo que provocaba deliciosas cosquillas, haciendo que encogiera los hombros y comenzará a reír.
— Sí, me gustaría mucho. Hem... ya me retiro, para que puedas merendar — responde Amelia con una pequeña risita.
— Pero tú sabes lo que yo quiero ahora — Víctor se lo dice riendo entre dientes, mientras tomaba sus caderas y la acerca de manera firme a su pelvis y da pequeños movimientos circulares para demostrar cuáles eran sus intenciones.
— Hem... está bien, vamos al dormitorio
Víctor levanta rápidamente a su esposa y la sube a la mesa. Mete las manos por debajo de las faldas y comienza a acariciar sus piernas y a quitar su ropa interior.

ESTÁS LEYENDO
Un Amor Tan Intenso
Historical FictionLos Fortunato, una rica y poderosa familia del siglo XIX, comprometen a su único hijo a contraer un matrimonio por conveniencia y heredar el gran imperio de los reyes del Carbón. Pero él, no tenia los mismos planes, amaba a otra mujer y abandona tod...