Un Amor Tan Intenso

Capítulo 94

Jamal camina por los pasillos de la mansión de su amigo, estaba melancólico, ese sería su último día ahí y tenía un torbellino de emociones, pero la mayoría de ellas eran incómodas. Entra al salón Rosales, el salón que amaba Amelia, y en ella ve a Perla que agitaba su vestido como si estuviera bailando.

— ¿Prácticas para el baile de esta noche? — pregunta sonriendo Jamal.

— ¿Qué haces aquí? — Perla se sobresalta al verlo.

— Sé que estás molesta conmigo, he sido altanero y quería disculparme por todo lo que te he dicho, solo pienso en mí y tú te preocupas por los demás... lo siento.

Perla estaba tan sorprendida, que no podía creer que él fuera el mismo hombre arrogante que conoció hace dos meses.

— Gracias... pero también he sido injusta contigo. Quería que fueras diferente a lo que eres.

— Ya es tarde para cambiar lo que conocemos del otro, pero me marcharé mañana y podemos volver a iniciar cuando regrese.

Perla sonríe alegre, ya que su corazón no podía haber estado tan equivocado con ese hombre.

— Eso me gustaría

Una risita se escucha debajo del vestido de Perla, se mueve y sale de él corriendo el pequeño Sergio. Jamal atrapa al niño antes de que pueda escapar y lo levanta en los brazos.

— Mira querida amiga, hemos tenido un hijo ¿Cómo te gustaría llamarlo?

— ja, ja, ja... tal vez pequeño bribón — reía Perla.

Jamal coloca a Sergio en sus hombros para salir con él del salón, pero se regresa al recordar algo.

— ¡Ah!... se me había olvidado de preguntar, si quieres ir al baile de esta noche como mi compañera.

— Me encantaría — volvía a sonreír Perla de manera coqueta.

Aquella noche, se estaba celebrando un baile en mansión de uno de los miembros del Club de Inversionistas, en donde fueron invitados todos los Fortunato y también, esta era una buena forma para despedir a su buen amigo, como la última fiesta antes de su partida.

Jamal bailaba con Perla animadamente. También se encontraban ahí Celenia y Agustín, pero a este último, el buen humor se le desaparece al ver al árabe en aquel baile. Víctor regaña a su padre, quien le estaba amonestando por haber traído a aquel hombre al lugar.

— ¿Hasta cuándo seguirás con tu resentimiento hacía él?

— Olvídalo Víctor — intervenía Celenia de manera cansada — tu padre ya le tiene un odio que no puede controlar en contra del pobre Jamal.

— El hombre me ha ofendido, ha ofendido a tu madre Celenia y aquí yo soy él que está mal ¿Verdad?

— Pero padre, has sido grosero y prejuicioso con él, ambos deberían de pedirse perdón — trataba Víctor de reconciliar.

Amelia les miraba desde la distancia, no se había acercado donde sus suegros al ver la expresión de desagrado de Agustín, no tenía ganas de escuchar lo que pudiera decir de Jamal, no esa noche en la cual sería la última en mucho tiempo que vería a su amigo. Jamal se acerca sonriendo junto con Perla y estira la mano a Amelia para invitarla a bailar, ella se levanta gustosa para acompañarlo a la pista, haciéndole un gesto a la distancia a Víctor, quien levanta su copa en aprobación, mientras que Perla sale a buscar algo de beber.

— Cómo puedes dejar que tu mujer baile con ese hombre... ¿Te das cuenta de que es un desvergonzado? — critica Agustín a su hijo.

Víctor suspira sin paciencia.