Al despertar, Amelia y Víctor se sentían mucho mejor, ya perdieron la sensación de movimiento de los últimos dos días viajando en diligencia y su sueño fue reponedor, pero ambos tenían hambre, así que acuden a la cocina. Cuando ingresan al lugar, había varias mujeres que charlaban y reían, algunas en batas y el resto ya vestidas con modestos trajes de tela áspera, que para cualquiera que lo les conozca, sería muy difícil de creer que ellas son lobas.
— Miren han llegado los novios. Pasen muchachos, tomen asiento, el desayuno está listo — dice una mujer como de la edad de la madre de Amelia.
Se acercan a la gran mesa del comedor, donde todas las mujeres los miraban expectante y toma asiento a la cabecera de esa mesa.
Ofelia les saluda y les comenta a sus chicas, que ellos son la pareja que había llegado anoche.
— Cuenten su historia a las mujeres — les invita Ofelia — Desde hace muchos años que no teníamos novios fugitivos, pensábamos que ya nunca lo veríamos a ver otra vez.
Ambos contaron su historia como si fuera una novela, dieron sus nombres falsos y omitieron que Víctor era el heredero de los Fortunato, por si alguna quería delatarlos y cobrar la recompensa.
— Pero que linda historia — dice una loba regordeta de cabello corto — No tengan miedo, la loba que los ayudo a escapar tiene razón, nosotras protegemos los amores imposibles.
— Además, que mucha estamos aquí por algún maldito bastardo que nos engañó con escapar, se burlaron de nuestros sentimientos, nos deshonraron y nuestras familias nos dieron la espalda por la humillación — aseguraba Ofelia
— Sí... y otras llegamos aquí, por qué nunca tuvimos una familia que nos quisiera. Al menos estoy feliz que una muchacha tenga fortuna — continúa diciendo una loba de cabello negro, un poco mayor que Amelia.
— Ahora serán nuestra familia, les cuidaremos, así que no teman.
— Pidan lo que necesiten.
— Muchas gracias, a todas por ser tan comprensivas — sonríe Amelia. No esperaba que mujeres a las que la vida les ha golpeado duro, puedan ser tan caritativas.
— Queríamos preguntarles sobre algún sacerdote. Deseamos casarnos lo antes posible — dice Víctor, mientras bebía un vaso de leche tibia.
— El padre Maxi — dice una loba de edad.
— Sí... el padre Máximo los puede casar, le conocemos como el San Valentín — dice Ofelia — Él no pregunta nada... solo realiza matrimonios a los enamorados sin necesidad de los padres.
— Pero él no está, se fue a ver feligreses al campo, regresará en dos días — les recuerda otra loba.
— Cuando regrese, hablaremos con él, para que puedan preparar su boda — les dice aquella loba con sonrisa pícara que recibió a Víctor el día en que llegó.
Ambos estaban emocionados. Algo que veía tan lejano e imposible, ahora estaba tan cercano como dos días. Hablaron un poco más con las lobas y luego salieron a la ciudad para empeñar todo lo que Víctor sacó de la casa de sus padres.
En la casa de empeño, Víctor logro buen dinero por todo, pero sabía que no podía vestirse con sus ropas de niño rico, llamaba mucho la atención, así que comienza a quitarse sus prendas para venderlas.
— Espera, ¿qué haces? — pregunta Amelia sorprendía cuando ve que Víctor dejaba en el aparador su chaqueta y se retiraba la camisa
— Aquí hay ropa más barata, búscame algo que sea de tu agrado — dice mientras continúa desabotonando la camisa.
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Un Amor Tan Intenso
Tiểu thuyết Lịch sửLos Fortunato, una rica y poderosa familia del siglo XIX, comprometen a su único hijo a contraer un matrimonio por conveniencia y heredar el gran imperio de los reyes del Carbón. Pero él, no tenia los mismos planes, amaba a otra mujer y abandona tod...