Por la mañana la familia Fortunato estaba desayunando fruta de la temporada, cuando llega Jamal para acompañarlos.
— Buenos días — saluda el árabe.
— Buen día — responde sonriente Amelia
— Te vez descansado, ¿Has pasado buena noche? — pregunta Víctor.
— Así es, una muy buena noche
Amelia y Víctor se dan una pequeña risita cómplice.
— Por favor, desayuna con nosotros — invita Amelia y le indica una silla en la mesa.
— Gracias — Jamal se sienta a la mesa y rápidamente dos sirvientas se le acercan sonrientes para preguntarle que deseaba desayunar.
— Vamos a ir a casa de mi padre, nos han invitado a almorzar y luego a tomar el té. Él quiere que veamos temas de negocios, además de ayudarte en lo que concierne a tu flota de barcos — comenta Víctor
— Recién llegando y quieres que trabaje — ríe Jamal.
Luego de desayunar, Amelia, Víctor y Jamal fueron a los establos para ver los caballos que tenían y hacerle el préstamo de uno de ellos a su invitado.
— Mira Jamal, esta es mi querida Pimienta — Víctor saca del establo a una yegua color negro azabache.
Jamal al ver a aquel caballo, se acerca a Amelia que estaba al lado de él para hablarle como si estuviera rumoreando.
— Pfff... Amelia, tu marido es un estúpido, siempre me hablaba de su querida Pimienta y pensaba que era un caballo majestuoso, no una anciana a punto de morir.
— Tendrá sus años, pero es dócil y fiel, nunca me ha fallado — sonríe Víctor acariciando el cuello de su yegua.
— Pero está vieja... debe tener más de 20 años
— 23 para ser exactos
— ¿Tu edad?
— Así es, mi padre me la obsequió cuando era un bebé
— Pero... está vieja
— ¿y eso qué?... puede llegar perfectamente a los 30 años.
— Te matará algún día
— Disculpa Jamal que te interrumpa. Pero siempre me pregunté que edad tienes — indaga Amelia.
— 28
— ¿y molestas a mi yegua? — se burla Víctor — tú estás más viejo que ella y aún estás al trote.
— Aún no entiendo que le viste a este hombre Amelia. Una mujer tan bella como tú debió explotar mejor sus atributos en vez de quedarse con semejante tonto.
— Pero si lo hice — ríe Amelia ante aquella discusión de amigos.
— ¿Cómo?
— ¿Por qué crees que dejé de ser sirvienta a ser una señora de alta sociedad?... Porque conquiste al hijo del patrón — comienza a carcajear Amelia.
Jamal también comienza a reír.
— Eres muy divertida, un buen atributo en una mujer. Amelia, cuando a este hombre lo mate su yegua vieja, te quedarás conmigo
— ¿Ya van a parar de burlarse de mi caballo? Sigues fastidiando Jamal y te vas a pie — comenta Víctor subiendo a Pimienta.
Jamal busca un caballo y lo monta para ir cabalgando a la mansión del mayor de los Fortunato.
— Amelia, ¿no vienes con nosotros? — pregunta Jamal al montar.
— Iré más tarde, Sergio aún no se despierta, los veré allá.
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Un Amor Tan Intenso
Historical FictionLos Fortunato, una rica y poderosa familia del siglo XIX, comprometen a su único hijo a contraer un matrimonio por conveniencia y heredar el gran imperio de los reyes del Carbón. Pero él, no tenia los mismos planes, amaba a otra mujer y abandona tod...