Los Fortunato ya habían retomado sus rutinas después del viaje a San Fermín, donde todos habían tomado unas agradables vacaciones en familia y quienes más lo habían disfrutado, eran los pequeños.
— Señores, estas son las correspondencias que han llegado mientras estuvieron de viaje — Informa Carmen, entregando la correspondencia a Víctor y Amelia.
— ¿Algo importante que mencionar mientras no estuvimos? — pregunta Víctor.
— No señor
Luego que el Ama de llaves se retira del salón Rosales, Víctor mira su correspondencia y le habla alegremente a su esposa.
— ¡Ah!... mira, carta de Jamal
— Sí, también me ha llegado una para mí
Amelia le enseña un gran sobre de correspondencia.
— ¿Por qué la correspondencia que recibes de él, es mucho más grande que las mías?
— Porque tenemos muchos secretos — Amelia ríe cubriéndose los labios.
Víctor entrecierra los ojos en forma de sospecha.
— Sí, puedo notar que son muchos secretos
— ¿Celoso?
— Si
Amelia ríe.
— Es la verdad, quiero saber qué secretos.
— Si te lo cuento, ya no serían secretos.
— No importa... quiero saber que te escribe.
— Es para darte una sorpresa.
— ¿A mí?
— Si
— Vamos, dime... que es.
— No puedo, arruinaría la sorpresa.
— Por favor... dime, ¿Viene de viaje?
— No lo sé aún, pero no es esa la sorpresa.
Las cartas que le enviaba Jamal a Amelia, siempre tenía asuntos legales para la compra de la mansión, además de una carta, donde mantenían sus conversaciones, para seguir cultivando su amistad.
~2 meses después~
En los grandes jardines de la mansión de Víctor y Amelia, se celebraba una gran fiesta de cumpleaños, llena de juegos, animales de granjas para que los invitados puedan darle de comer y acariciar, muchas personas disfrazadas de arlequines y otros enmascarados con trajes vistosos. Era la fiesta del tercer cumpleaños de Sergio y había tomado muy bien su papel de anfitrión, hablaba con todos e invitaba a jugar a los niños.
Víctor miraba cómo su hijo hablaba con algunos miembros del Club de Inversionistas que habían traído a sus hijos pequeños.
— Me pregunto que hablará Sergio con esos señores
— Está hace un buen rato con ellos charlando — comentaba Amelia.
— Se nota que ya tiene el don de la palabra — reía Teodoro.
— Lo más probable, es que ya está hablando de negocios, es por ello que todos lo miran con tanta expectación — decía con orgullo Agustín.
— Es como yo, mamá decía que también hablaba mucho de pequeño y que tenía agotada a las niñeras con mis historias — reía Víctor.
— Al menos ya sabemos de quién ha sacado lo parlanchín — Agustín habla mirando a Celenia, quien comienza a reír, recordando sus años de niña habladora.
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Un Amor Tan Intenso
Historical FictionLos Fortunato, una rica y poderosa familia del siglo XIX, comprometen a su único hijo a contraer un matrimonio por conveniencia y heredar el gran imperio de los reyes del Carbón. Pero él, no tenia los mismos planes, amaba a otra mujer y abandona tod...