Los esposos Fortunato, junto con Celenia y Perla, jugaban animadamente esa tarde en el salón Rosales a los naipes, mientras Dorotea bordaba pañuelos, riendo cada tanto de las bromas que hacían los más jóvenes.
Una sirvienta toca a la puerta y entra.
— Don Víctor, disculpe interrumpir, pero ha llegado su padre — anuncia la criada.
Las risas se detienen al escuchar esto y un tenso ambiente se respiraba cuando Celenia se levanta precipitadamente.
— Yo me retiro, discúlpenme, pero espero puedan entenderme — anuncia Celenia.
— Calma señorita, él no vendrá aquí — le tranquiliza Amelia tomándola de una mano.
Era comprensible que ella no desee verlo, puesto que tenía el corazón roto.
— Iré a ver que quiere, ustedes quédense aquí — informa Víctor y se dirige a la puerta.
— Por favor Víctor, no dejes que me vea — súplica Celenia.
Víctor toma de su mano y le da un beso en los nudillos, regalándole una sonrisa antes de salir.
En la sala principal estaba Agustín esperando, se le notaba nervioso, que aliviaba con un suspiro cuando ve a Víctor entrar.
— Hola papá...
— Víctor, disculpa por llegar sin avisar
— Papá, tú puedes venir cuando quieras, no tienes por qué avisarme. ¿Quieres almorzar o tomar una copa?
— No Víctor, seré breve... vengo a ver a Celenia. Sigue aquí ¿Verdad?
— Papá, ella no quiere verte. Me hizo prometerle que no te dejara verla.
— Solo será un momento
— Ay papá, espera unos días, ya sabes que está dolida, fuiste muy injusto con ella y puede decirte cosas que no sienta realmente... ya sabes cómo son las mujeres
— Víctor, no me iré hasta verla
— Yo tampoco quiero que la veas, has estado actuando muy raro en este último tiempo. Me preocupas, no sé qué hacer para ayudarte... tengo miedo — responde Víctor con una expresión de preocupación en el rostro.
— ¿Miedo?... ¿De qué?
— De que estés enloqueciendo
Agustín lo mira sorprendido y luego comienza a reír, pero se detiene al ver que Víctor no reía y su angustia crecía. Realmente él pensaba que estaba loco.
— Si quieres ayudarme, llévame con Celenia. Te prometo que aclararé todo.
Víctor dudó por un momento, pero veía un dejo de desesperación en el rostro de su padre y pensaba que, ambos habían pasado años de ser separados y él no sería otro que les quite más tiempo, así que acompaña a su padre.
Cuando Víctor ingresa al salón Rosales con Agustín, inmediatamente Celenia se levanta molesta y va en dirección a la puerta que comunicaba con la siguiente habitación.
— Celenia... por favor Celenia espera — dice Agustín, quien corre en dirección a la habitación contigua, antes de que pueda cerrar la puerta y echarle llave.
Agustín la toma por un brazo, pero ella lo retira con violencia. Celenia no quería armar un escándalo delante de todos, así que da un suspiro y lo mira de frente.
— No tengo nada que hablar con usted, ya en el momento que pudo hablarme no lo hizo... así que hágame el favor de soltarme.
— Sé muy bien que estás molesta y todo lo que hice fue precipitado, pero era necesario que todos vieran el despido... te lo quería explicar en una carta que te la estaba entregando junto con el salario, para que nadie se diera cuenta. No te lo podía decir de otra forma, ya que eres muy mala actriz — explicaba Agustín.

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Un Amor Tan Intenso
Historical FictionLos Fortunato, una rica y poderosa familia del siglo XIX, comprometen a su único hijo a contraer un matrimonio por conveniencia y heredar el gran imperio de los reyes del Carbón. Pero él, no tenia los mismos planes, amaba a otra mujer y abandona tod...