Víctor estaba trabajando como de costumbre esa mañana en correos. Todo estaba tranquilo, hasta que llegan dos hombres corpulentos acompañando al cazarrecompensas que se dirigía hacia él.
— Buen día, don Víctor — saluda el Cazarrecompensas de manera cortés, mientras tomaba asiento y le entrega un periódico y un ticket de lectura.
— Buen día — Le saluda Víctor de manera cortante. Ver a este hombre le arruinaba el día, ya que, desde el primer encuentro, cada tanto se le aparecía para atosigarlo diciéndole que él era Víctor Fortunato.
— Me gustaría que me leyese el artículo de la primera plana
— Señor... por favor, deje de fastidiarme o llamaré a la policía, usted y yo sabemos que puede leer.
— Oh sí... por supuesto, pero soy un amigo muy considerado y el periódico acaba de salir. Estoy seguro de que no le han llegado las noticias de hoy — respondía el hombre con una sonrisa maliciosa en los labios.
Víctor despliega el periódico para leer la primera plana y como si fuera una corriente eléctrica que le consumiera la energía, palideció al ver en letras grandes el artículo de los Fortunato, inmediatamente trata de controlarse para que no vean en su rostro la preocupación, pero le era difícil.
— Creo que, desde hoy, usted será mi mejor amigo don Víctor. Por favor, lea para mí, debe cumplir con su trabajo.
Víctor toma un vaso con agua, ya que la garganta se le había secado, trata de controlar su respiración y comienza a leer.
— La mayor recompensa en la historia, nunca antes hecha por el paradero de una persona. Se aumenta al doble la recompensa por la captura de Víctor Fortunato a $10.000
El artículo daba más explicaciones sobre la apariencia de Víctor, además se incluía que debía de estar con una mujer rubia y de ojos celestes, dando más explicaciones sobre la apariencia de Amelia. Ahora todos tenían forma de reconocerlo, ya que se explicaba abiertamente que esta era su pareja. Además de eso, se adjuntaron retratos de ellos.
Víctor estaba contento de nunca haber posado para un retrato, puesto que su imagen se parecía poco a él, pero, en cambio, la de Amelia era muy similar. Ahora el mundo les darían caza abiertamente, puesto que ellos estaban en la descripción de manera obvia, tenía 18 años, estaba casado con una rubia que se parecía al retrato y para colmo en el artículo, se especificaba que el tal Víctor impediría su propio regreso.
Nuevamente, Víctor entrega el periódico después de leerlo, estaba furioso con su padre, pero esto sabía que fue gracias a la carta que envió Amelia a su madre. No entendía por qué lo seguían buscando, ya especificó que no quería regresar y de hacerlo, arruino la reputación de su familia a contraer matrimonio con una sirvienta. Que él regresara, solo traería problemas al negocio del carbón, como dijo su padre.
— Si es tan amable don Víctor, acompáñenos.
— Pero ¿quién se cree que es para decirme que me vaya con usted? Solo por un absurdo artículo de periódico
— Sé que está casado con la mujer del retrato, ya lo he visto en compañía de la dama — aseguraba el cazarrecompensas.
— Esa descripción es ambigua, ya le he dicho que no soy ese tal Víctor
— Y el artículo dice que usted lo negaría. Por favor, coopere — Le hace una seña a los hombres para que lo lleven.
Los dos hombres toman por los brazos a Víctor y lo levantan. Él trata de forcejear, pero lo tenían contenido.
— NO... PERO QUE HACEN, SUÉLTEME — Grita Víctor asustado.
— Tranquilo señor, no es necesario hacer un escándalo. Si me he equivocado y el señor Fortunato dice que usted no es su hijo, le pagaré $500 en compensación por perturbarlo, es un buen trato.

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Un Amor Tan Intenso
Narrativa StoricaLos Fortunato, una rica y poderosa familia del siglo XIX, comprometen a su único hijo a contraer un matrimonio por conveniencia y heredar el gran imperio de los reyes del Carbón. Pero él, no tenia los mismos planes, amaba a otra mujer y abandona tod...