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- No! No más aplazamientos! Tuviste suerte en que mi madre no me dejara proceder con la demanda por faltar a tu palabra!! Hicimos un trato carajo!!

- Lo sé e intenté comunicarme contigo por todos los medios, pero jamás tomaste mis llamadas o respondiste mis mensajes. Intenté explicarte mis razones, pero todo fue inútil.

- No me interesan tus excusas Rebecca!!

- ¿Puedes parar de gritarme y escucharme un segundo?

- Tienes dos días para traerme a mi hija o iniciaré los trámites para pedir la custodia total de Amaia.

- ¡Que te calles! - Becca estaba perdiendo la poca paciencia que le tenía - Escúchame bien Evans, no hagas nada estúpido de lo cual te puedas arrepentir - tomó un respiro hondo intentando serenarse - No puedo llevar a Amaia en dos días y no voy a poder cumplir con lo que acordamos - Chris intentó hablar pero ella continuó - Escucha.. Amaia va a participar en el recital de invierno en su clase de ballet y en el programa de Navidad en su escuela, pero el 3 de enero estaremos en Boston..... y nos quedaremos por un periodo más lago del que habíamos acordado...

- ¿Cómo sé que esta vez si cumplirás con tu palabra?

- Vas a tener que confiar en mi.. - suspira - Chris, de verdad, esto te va a favorecer más, el tiempo del que habíamos hablado es nada comparado a lo que te planteo ahora.

-¿Estás hablando en serio?

- Sí..

- Más te vale que sea así, porque si esto es una trampa, un truco o un intento de calmar mi enojo porque no vinieron a pasar acción de gracias, o porque no has cumplido con ninguno de los tiempos, vamos a terminar mal, muy mal.

- No es nada de eso, Chris, he pedido el traslado de Amaia a la escuela matriz en Boston, cursará lo que resta del año lectivo allá. Sé que tal vez debí discutirlo contigo, pero el tiempo apremia y quiero aprovechar las vacaciones de invierno para instalarnos.

Del otro lado de la bocina se escucha un suspiro con tintes de anhelo. Todo enojo había desaparecido como por arte de magia, Chris estaba sonriendo sin siquiera notarlo, su corazón estaba tan inquieto como emocionado por lo que acababa de escuchar. Tuvo que tomar una gran bocanada de aire para controlarse y no gritar eufórico. Una idea golpeó su cabeza y entonces se aclaró la garganta para hablar.

- Estaré fuera de la ciudad a su llegada, pero en cuanto regrese, quisiera poder llevarlas a cenar, como bienvenida.

- De acuerdo... ya coordinaremos las cosas cuando estemos allá.  - Becca hizo un pausa antes de continuar - Chris..

- Dime..

- ¿Podrías guardar el secreto?, yo quiero estar completamente instalada antes de decirle a mi madre.

- No veo el por qué, es decir si le dices, ella, mamá y los demás podrían darte una mano. ¿No sería eso mejor?

- Yo sólo quiero asegurarme que las cosas estén y se den a mi gusto y sabes de sobra que mi mamá adora imponerse.

- De acuerdo, si así lo quieres... así será.

- Gracias - Becca no pudo contener el bostezo

- Becc...

- Mhmh..

- En serio estoy confiando en ti, no hagas nada estúpido, no hagas que me arrepienta, ni me obligues hacer cosas que no quiero...

- Puedes quedarte tranquilo - la voz entre bostezos de Becca evidenciaban su cansancio - Ahora te dejo, necesito descansar, adiós - sin esperar una despedida dio por terminada la llamada.

Where we belongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora