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La mañana de ese viernes amanece más fresca, como anunciando que el otoño está pronto a llegar.

Becca ha organizado todo para ese día trabajar desde casa. Es un viernes perezoso, todo se siente un poco más lento, incluso el ritmo de la diseñadora, que hasta ha decidió cancelar las alarmas para despertar a los demás habitantes del departamento.

Toma un baño de tina recogiendo su cabello en un moño para no mojarlo y al terminar, se enfunda en un cómodo conjunto deportivo.

Camina pisando con cuidado, para no molestar a los que todavía descansan. Con café en mano se instala en la sala para trabajar, revisa unos cuantos diseños en su Mac y va elaborando varios cambios.

Un par de horas después con el mismo sigilo, Chris llega hasta la sala y la diseñadora nota su presencia sólo cuando él se asoma por encima del sofá para dejar un beso en la mejilla de ella.

Por supuesto el accionar hace saltar en su puesto a Becca, que al girar su rostro ha rozado sus labios con los del rubio, para enseguida echarse para atrás.

- Que conste que fuiste tú la que te volteaste - se justifica él, ella hace una mueca - Lamentó si te asusté - Chris rodea el mueble y aunque su disculpa es sincera, la sonrisa por el roce de hace unos segundos es notable.

Becca no pronuncia palabra, sólo suelta un resoplido e intenta ignorar esa quemazón en sus labios, tal vez es por eso que los muerde como para sentir algo más y olvidar lo sucedido.

(***)

Después del almuerzo Amaia pide ver una película y para sorpresa de sus padres, repite su elección de "Los Aristogatos", aunque esta vez su madre le advierte que la verán juntos, pero en la sala.

Amaia canta a todo pulmón - todos quieren, todos quieren, todos quieren ser un gato jazz..

Los adultos la observan enternecidos y sonrientes al ver los divertidos pasos de baile de su hija y Chris incluso se le une un par de veces cuando Amaia le extiende su mano a modo de micrófono. Becca mentiría si dijera que el cuadro completo no la conmueve.

Agotados, Chris y Amaia terminan recostados en el piso, pasan así unos cuantos minutos hasta que la pequeña a juntado nuevamente energía y pide pintar con lápices de colores e invita al rubio a que se le una.

Becca imprime varios dibujos para que el par coloree, la temática obviamente está relacionada con la película que acaban de ver.

Padre e hija tararean mientras avanzan en sus obras maestras, cada uno presume su trabajo y las decoraciones que han agregado para hacerlo más vistoso

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Padre e hija tararean mientras avanzan en sus obras maestras, cada uno presume su trabajo y las decoraciones que han agregado para hacerlo más vistoso.

Amaia por ejemplo a hecho un marco de puntitos con glitter de colores. Chris por su lado ha dibujado unas hermosas enredaderas con flores.

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