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La alarma que había programado la despertó, aún se sentía cansada y su cuerpo temblaba por los escalofríos. Aún así se colocó una hoodie y arrastró sus pies hasta la cocina. Sacó una pieza de pollo y agradeció su habito de porcionar y picar parte de la verdura cuando hace las compras para agilizar el proceso de cocinar.

Preparó una sopa de pollo con verduras y arroz, que no sólo le ayudaría a combatir su malestar sino que también alimentaría a su padre y a su hija.

Aunque hizo el intento no pudo reunir la energía suficiente para adelantar sus diseños. Tomó la siguiente pastillas, estaba soñolienta y adolorida, su mente proyectaba diversos escenarios que le hacían sobre pensar las cosas, cuando se dio cuenta estaba acostada en posición fetal en el piso de su habitación mientras lloraba desconsoladamente.

Cuando racionalizo la idea y lo que sucedía, se arrastró hasta el velador, tomó su móvil y escribió unos cuantos textos con urgencia.

Pasadas las dos de la tarde Jacob Peck, entraba al departamento de su hija, con una mochila violeta colgando en su hombro y su nieta de la mano. Dejó el morral en el piso cerca de la mesita de entrada y entonces vio aparecer a Becca.

- ¡Aquí están! - a pesar que su voz intentaba sonar animada, el rostro de la diseñadora mostraba lo desmejorada que estaba. La pequeña rubia se acercó a su madre y recibió el beso en la frente que acostumbraba - vayan a lavarse y siéntense a la mesa que ya les sirvo la comida. - Amaia obedeció sin vacilaciones, sin embargo Jacob sólo observó a su hija y se acercó con esa pose de padre regañón.

- ¿Qué se supone que estás haciendo de pie?

- Pa, estoy resfriada no invalida.. - Becca no lo miró a los ojos, y es que no importaba cuán adulta ella fuera, no podía, ni quería enfrentar a su padre.

- Sabes que es más que eso, es una neumonía, -Jacob sonaba frustrado, preocupado pero no molesto - debes empezar a tomarte tu salud en serio Becca.

- Luzco peor de lo que me siento... - mintió y su padre lo sabía.

- Deja eso, ve a tu habitación, yo serviré la comida para Amaia y te llevare tu porción a la cama.

- Pero...

- Ahora Rebecca.... - era una orden limpia, Becca lo miró haciendo un puchero y este frunció el ceño - no me obligues a llamarte por tu nombre completo como lo hace tú madre cuando se enfada.

Becca sonrió de lado y resignada arrastró sus pies hasta su dormitorio.

Jacob atendió a su nieta y a su hija, se encargó de servirles la comida, lavó los trastos, acompañó a Amaia mientras la pequeña hacía sus tareas y se aseguró de que Becca descansará, alejándola del móvil y el computador.

Cuando la noche cayó, preparó una merienda ligera y tras de disfrutarla se aseguró de que Amaia se cepillara los dientes. Con la pequeña aseada y en pijama le leyó un cuento y la arropó cuando se quedó profundamente dormida. Apagó las luces  y con sumo cuidado cerró la puerta de la habitación para ir a dar un vistazo a su hija.

La encontró sentada, con la espalda apoyada en el respaldo de la cama y su mirada perdida en la ventana aunque esta estuviera cubierta por la cortina.

- ¿Has podido descansar?

Becca tomó un hondo respiro y giró su rostro para ver a su padre recargado en el marco de la puerta.

- Me has obligado... - se quejó en broma, pero la sonrisa que pretendía sacarle a su progenitor no llegó. Debía intentar algo más y mientras pensaba su padre intervino.

- ¿Cómo es que enfermaste?

Becca conocía tan bien a su padre que sabía que esa pregunta llegaría, como también sabía que no quería contarle nada sobre *a su juicio* su patético ataque de ansiedad y lo que lo ocasionó, es decir ¿qué necesidad habría de preocupar a su padre sin razón? La respuesta era clara, ninguna. Por eso había investigado un poco sobre el tema y cuando la pregunta surgiera, tener una respuesta creíble.

- El Dr. Dupont mencionó algo virus, bacterias y hongos, he estado en contacto con mucha gente en las últimas semanas y pude haber alojado algún virus o bacteria que haya estado en ese ambiente sobre todo yo apunto a que pudo suceder en uno de las reuniones en las que compartimos alimentos o incluso en los show rooms cuando estoy en contacto con los materiales.. en todo caso, no hay de que preocuparse, pa.

Jacob lo dudó por unos segundos, pero terminó aceptando las razones expuestas por su hija, después de todo, lo que decía no era del
todo descabellado, más bien le resultaba bastante posible. Miró a su hija, y su mente le jugó una mala pasada, no veía a la mujer empoderada y exitosa, veía a esa bebita que le había robado el corazón desde el primer instante en que la vio y entonces la melancolía le embargó entendiendo que ya no era más ese súper héroe sin capa que podía protegerla de todo porque la tenía bajo sus alas, ahora ella volaba libre y eso le dificultaba el cuidarla.

- Esto se tornó algo demasiado serio... - Jacob murmuró llevando una de sus manos hacia su mandíbula y acarició la piel que ya advertía la sombra por el crecimiento de su grisácea barba - ya sé que eres una adulta y que eres suficientemente capaz de cuidar de ti, pero soy tu padre y no puedo no preocuparme por ti.

- Lo sé pa, y en verdad te lo agradezco...

- ¿Pero?

- No creo que haya un pero esta vez... - Jacob la miró curioso y se acercó hasta sentarse junto a ella - sé que necesito ayuda y he puesto manos en el asunto.

- ¿De qué estamos hablando exactamente?

- De todo en general pa.

Jacob suspiró casi frustrado porque aunque lo intentaba no podía conseguir una respuesta clara o al menos no clara para el.

- Sobre el asunto de las fotos y los videos que ahora circulan en redes y la televisión, ya saben lo que van a hacer?

- Aun no he hablado con Chris - Jacob levantó una ceja disconforme - quiero decir... le pedí que mantuviera a Amaia fuera del ojo publico y que hasta que pase la conmoción mantuviera su distancia, esto no quiere decir  que voy a impedir que vea a Amaia, sólo le pedí que fuera más cuidadoso, así que supongo que en principio eso deberá ser suficiente, al menos hasta que se me ocurra cómo manejar este caos .

Jacob atrajo a su hija en un abrazo y besó su coronilla.

- Nunca antes he vivido algo así, así que no sé muy bien cómo aconsejarte, lo único que se me ocurre decir es que intentes buscar tu paz y felicidad, espero que esto que están pasando no arruine los avances que han logrado como pareja, después de todo y aunque todavía no termino de devolver mi confianza a Chris, puedo aceptar que te veo más feliz desde que están juntos.

Becca tenía la  cabeza pegada al pecho de su progenitor, por lo que sintió la confianza de hacer una mueca sin temor a hacer descubierta. Y es que, ¿cómo se supone que le dirá a su padre que la novia o prometida de Chris está embarazada y que ese "avance" del que el habla ya no existe más?

✨🌙✨

Hola gente hermosa!! Nada más paso a decirles que desde aquí se vienen capítulos cortitos como este. Espero que aún así ustedes puedan disfrutarlos.

Besos enormes,

Bella 💋

Pd: la foto de arriba es la representación de Jacob con Becca cuando era una bebé.

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