Chris se quedó parado en medio de la acera, con su mirada en el taxi que Becca y su hija tomaron hasta que las luces del vehículo se perdieron en la oscuridad de la ciudad y ya no pudo divisarlo más.
Todo lo que había estado reconstruyendo, se desmoronó en cuestión de segundos con la presencia y las palabras de Leslie esa noche.
Leslie, ella le debía una buena explicación.
Y es que Chris, recuerda muy poco de aquella noche en Nueva York, tiene claro el haber estado en la plaza y el haber accedido a la invitación de sus amigos para ir al bar. Estaba feliz, después de todos esos años el anillo que había mando a hacer aún estaba en aquella joyería, en su momento después del malentendido con Becca no se mostró interesado en retirar la joya aunque ya estuviera pagada, ya no tendría sentido tener en su poder el anillo con el que le pediría matrimonio a Becca, estaba claro que el había terminado con ella después de su "engaño". Pero ahora que las cosas se habían solucionado y que su relación parecía avanzar con solidez, la idea de proponerle matrimonio había regresado y que mejor que hacerlo con la sortija que el mismo había diseñado. Agradeció al hombre que lo atendió en la joyería, fue muy amable al entregarle la alianza sin que le presentara un recibo o recordara al menos el número del documento. Le bastó confirmar los datos aproximados de la fecha cuando mandó a hacer el anillo y dar su nombre completo. Admiró la joya por varios segundos antes de cerrar la cajita y guardarla en el bolsillo interno de su chaqueta.
Tal vez estaba demasiado ilusionado y por eso no fue responsable con los tragos que bebió, brindaban por todo y por nada, las mezclas de licor ya los tenían ebrios. Cuando fue su turno de pedir una nueva ronda, encontró a Leslie en la barra, ella le brindó una sonrisa y le tendió un tequila, desde ahí en adelante no hay recuerdos, sólo sabe que despertó desnudo sobre la alfombra de la sala de su habitación en el hotel y con el cuerpo de Leslie entrelazado con el suyo. Su cabeza estallaba y le tomó varios minutos el poder levantarse. Se incorporó en silencio y pudo ver sus prendas y lo que quedaba del vestido de la modelo esparcidos por toda la sala. Aún aturdido se vistió con prisa y atinó a colocar su chaqueta sobre el cuerpo desnudó de Leslie, para salir de aquella habitación como alma que corre al diablo. Ni siquiera buscó a sus amigos, a Brown o su entrenador, simplemente se dirigió al aeropuerto y tomó el primer vuelo que encontró a Boston. Se dio el baño más largo de su vida y tras cambiarse corrió al encuentro de Becca, cuando la vio, sólo se lanzó a sus brazos, como si buscara su protección o tal vez quería aferrarse a ella para así no perderla. No estaba seguro, pero por la escena de esa mañana estaba claro que había pasado una noche fogosa y descontrolada con Leslie. Días después recibió un correo electrónico del dueño de la joyería agradeciéndole por su confianza y preferencia y fue que racionalizó la idea de haber dejado la cajita en la chaqueta con la que tapó a Leslie. No quería volver a verla y no creía que ella encontraría la cajita, por eso planeo mandar a hacer otra joya, para seguir su plan con Becca. Jamás espero que Leslie sacara las cosas de contexto y pensara que la alianza era para ella.
Las puertas del elevador privado se abrieron dejando ver a un Chris con un semblante adolorido y confundido.
Leslie salto a el una vez más.
- Ven... tenemos que celebrar - la sonrisa no abandonaba sus labios a pesar de que hace unos minutos la había dejado parada allí en medio del penthouse por ir detrás de Becca.
- Les...
- No te preocupes, el champán es para ti, yo tomaré agua, no pondré en peligro a nuestro pedacito de amor.
- Detente.
- ¿Pasa algo?
Chris la miró ceñudo. Ella suspiró lo tomó de la mano y lo halo hasta que ambos estuvieron sentados en el sofá más grande.
ESTÁS LEYENDO
Where we belong
Short StorySinopsis Por un malentendido preferí escapar a luchar por decir la verdad, él no quería escucharme, en ese momento me odiaba, sin importarle cuánto le decía que la situación no era como él la veía, pero no me escuchó, así que sólo hice mis maletas y...