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- Te estoy diciendo la verdad, no hay ningún reportero o paparazzi afuera... estás muy débil todavía, deja que te lleve en mi auto y luego enviaré a alguien por el tuyo... - Chris podía jurar por su madre que no había nadie esperándolos afuera de la escuela de su hija para fotografiarlos, pero Becca no se iba a confiar - Becca..

- Podrían estar ocultos, así que móntate en tu auto y nos vemos en mi departamento, oh y por favor, intenta conservar tu distancia no vaya a ser que te sigan.

Chris suspiró frustrado y no le quedó más remedio que obedecer.

Becca reguló la calefacción en cuanto pusieron un pie en el departamento. Dejó su bolso en la mesita junto a la puerta y las llaves en el bowl sobre la misma.

Tocó su frente un par de veces, estaba tibia, pero sentía el frío dentro de sus huesos, si por ella fuera se metería debajo de las cobijas de su cama y tomaría una larga siesta, pero tenía algo importante que resolver.

Encendió la tetera y regresó a la estancia, donde Chris ya se encontraba sentado en uno de los sofás. El ataque de tos hizo que Evans levantara la vista hacia Becca.

- Lo siento... - volvió a toser, se puso de pie - un segundo... - murmuró levantado el dedo índice de su mano derecha antes de volver a cubrir su boca con su antebrazo para toser de nuevo y entonces sin decir nada se alejó por el pasillo con rumbo a su habitación.

Chris fue tras ella de inmediato, la encontró hurgando en los cajones del velador.

- ¿Qué buscas?

Becca ignoró a Chris y siguió buscando.

- Puedo ayudarte sólo dime que es lo que tengo que buscar.

- Son unos caramelos, se llaman caumal, me ayudan cuando la garganta se me inflama, creí haberlos guardado aquí, pero ahora pienso que los guardé en el primer cajón del cuarto de baño junto a las medicinas porque así Amaia no los tomaría.

- Okay voy por ellos..

Chris se adentró en el cuarto de baño abrió el primer y el último cajón pues le avergonzaba preguntar si se refería al primer cajón contando desde arriba o desde abajo.

- Tienen envoltura verde - escuchó decir a Becca.

Hurgó en ambos cajones hasta que encontró los caramelos, estaba acomodando todo cuando desvió su mirada hacia la esquina de la ducha, la pila de ropa ahí le llamó la atención, podía jurar que era lo que Becca llevaba puesto el día anterior, se acercó y lo confirmó. Entonces miles de preguntas empezaron a rondar su mente. La tos de Becca lo sacó de su ensoñación y corrió a ella con los caramelos en mano.

Becca tomó uno en cuanto él se los extendió, quitó la envoltura y se lo metió a la boca, el sabor era fuerte, pero el alivio fue inmediato.

- ¿Cómo es que enfermaste? - Chris ya tenía una teoría. Después de haber visto la pila de ropa mojada en la ducha supo que Becca había estado empapada, anoche no hubo reportes de lluvia así que lo más obvio era pensar en que se metió a la ducha con todo y ropa, pero por qué haría Becca eso?. Quizás quería llorar por lo que sucedió en casa de Chris y no quería que nadie lo notara. Evans descartó esa idea, pues la única que estaba con ella era Amaia y bastaría encerrarse en su cuarto para que la nena no la viera; y en todo caso habría entrado a la ducha desnuda. De pronto recordó el "consejo" del doctor Dupont, ¿por qué el le sugeriría calma a Becca? Chris fue golpeado por la respuesta más obvia, un ataque de ansiedad, Becca debió sufrir un ataque de ansiedad y al verse sola, se sumergió bajo el agua para oxigenarse y poder respirar mejor, ya lo había hecho una vez con Chris, las circunstancias fueron completamente diferentes, ellos estaban juntos y cuando ella se vio sofocada por todo lo que le rodeaba él la sacó de la cabaña y la sostuvo debajo de la lluvia en medio del bosque. Tardó en mejorar pero finalmente pudo volver a respirar con normalidad.

Where we belongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora