070

1.3K 163 65
                                    

La primavera debía haber llegado hace poco más de tres semanas, pero la inesperada ola de
frío había extendido el invierno que parecía no querer desvanecerse. Y a pesar de aquello, ese sábado, el cielo había amanecido tan despejado y limpio, como si se tratara de un caluroso día de verano, donde el radiante e imponente sol se abría paso entre las nubes y sus poderosos rayos se colaban entre las copas verdes de la interminable hilera de árboles que cercaban el sendero empedrado por el que el trío avanzaba divertido, soltando datos random para intentar ganar el primer lugar en una competencia no oficial.

- Los perezosos pueden aguantar más tiempo el aliento que los delfines.

- ¿Qué?

- De verdad, los perezosos disminuyen su ritmo cardiaco y pueden aguantar el aliento hasta 40 minutos, en cambio los delfines necesitan salir por aire cada 10 minutos.

- Creo que Amaia te derrotó - el tono de burla estaba implícito en la voz de Becca y si eso no fuera suficiente la palmadita que le dio en el hombro al rubio completo la humillación.

- No!, qué... ¿cómo es que sabes eso?, ¿cómo yo sé que eso es cierto?

Amaia detuvo su andar para girarse hacia su padre - pues yo lo sé, porque vi un documental y tú puedes googlearlo. - no esperó más, la pequeña tan sólo se giró y continuó con su caminata dejando atrás a sus padres. Por supuesto Chris no estaba dispuesto a perder y corrió dándole alcance e incluso le pasó tan sólo para estorbarle el paso.

- Esto aún no acaba, yo sé algo mucho mas random que eso.

- Te escuchamos..

- hum deja ver... oh si.. ya ... ¡los Froot Lops! - Amaia y Becca lo miraron sin entender - ¡Los Froot Lops son todos del mismo sabor! , no importa el color todos saben a lo mismo - gritó orgulloso. Ellas sólo pusieron los ojos en blanco.

- Eso ni siquiera es random, es un dato inútil, hasta un niño de dos años lo sabe. - Amaia pasó por el lado de Chris meneando la cabeza fingiendo decepción.

- ¿Tienes algo mejor? - por increíble que parezca Chris estaba peleándose con su hija por un premio no establecido en una competencia que ni siquiera era real.

- Yo sí.

Ambos Evans voltearon a mirar a Becca que caminaba unos pasos atrás de ellos. Si bien es cierto en sus años de adolescencia está ruta seria pan comido para la diseñadora, el pequeño accidente que sufrió hace unos meses al tropezar con el aspersor de agua cuando recogía duraznos para el postre de Amaia, le había dejado una sensibilidad en el tobillo, que a veces le molestaba y que ahora mismo le restaba confianza al momento de desplazarse por los senderos de suelos tan irregulares.

- Desde el espacio se puede apreciar 15 amaneceres y 15 anocheceres por día.

- ¡¡Que maravilloso!! - Los ojos de Amaia se abrieron tanto como pudieron, el sólo imaginar la posibilidad de ver la belleza de 15 amaneceres y 15 anocheceres en un día le parecía fascinante.

- Ver todos esos documentales han valido la pena, verdad - Becca le sonrío a su hija con complicidad cuando le dio alcance y se sentó en el montículo formado por una roca y algunas hierbas a un lado del camino. Necesitaba tomar un poco de agua.

- Mamma, por fin tu terapia anti estrés funciona, creo que ganaste! - la pequeña esperó a que su madre pusiera la botella de agua de vuelta en su lugar en la mochila, para chocar sus manos en celebración, Amaia estaba profundamente orgullosa de su madre y aunque no le gustaba perder, no le importaría hacerlo si la ganadora resultaba ser su madre.

- No tan rápido, yo todavía tengo algo que decir.

Ambas lo miraron dudosas, y es que no creían que Chris pudiera tener un dato más interesante.

Where we belongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora