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La pareja pasa cerca de dos horas más en el parque planeándolo todo, ambos con teléfono en mano buscan un vuelo anticipado y lo mejor que encuentran es uno que sale el martes a las 9 de la mañana, es decir en 5 horas.

Legalmente deberían presentarse 3 horas antes para el checking, pero ambos saben que una hora será suficiente.

Cuando creen tener todo claro, abrazados retornan a la casa de los Peck, aprovechan la oscuridad y que todos están descansando para en silencio sacar las maletas de la diseñadora y su hija y guardarlos en el porta equipaje del auto de Henry, pero para no levantar sospechas dejan los juguetes tal cual quedaron en la sala.

- Intenta descansar amor, yo vendré por ustedes en unas horas - Henry se despide de la diseñadora con un beso mostrándole su amor y apoyo.

- Gracias amor, de verdad gracias - abraza a su novio con fuerza y deja un beso más en los labios de este antes de cerrar la puerta de la casa.

Becca sube a la habitación con el mayor sigilo posible, se toma su tiempo para ponerse el pijama y acostarse a lado de su pequeña hija que duerme abrazada al unicornio que Henry le regaló hace ya tiempo.

El corazón de la diseñadora se estruja, lo que menos quiere en esta vida es ver sufrir a su hija, y ahora mismo el miedo de equivocarse le hace dudar de todo..

Sin embargo entre las dudas que tiene, surge una certeza, no es el momento para decirle que Christopher es su padre, sus últimos encuentros no han sido precisamente agradables y contarle ahora podría resultar contraproducente para ambos. Becca no quiere que su hija odie al padre, tampoco piensa imponerle que lo quiera, eso ya correrá por cuenta de Evans, por el momento lo único que puede hacer es brindarle la normalidad que la nena conoce y luego decirle todo, con suerte el rubio estara más calmado, pensará mejor las cosas, accederá a la reunión que ella le propuso y la nena lo reciba de mejor manera.

Está increíblemente cansada y aunque lo intenta, los nervios, la ansiedad, la preocupación y lo loco de su plan, no le permiten conciliar el sueño, por eso es que cuando la alarma suena a las 7 de la mañana la apaga rápidamente y se pone en pie como si tuviera un resorte.

- Amaia, sole mio - remueve a su hija con delicadeza y la mira aguantar una sonrisa - andiamo piccola mia, svegliati (vamos pequeña mía, despierta)

- No... mamma... è troppo presto per alzarsi - (No, mamá es muy temprano para levantarse) - se queja la pequeña, pero su madre sabe que está jugando.

Becca tiene el tiempo medido, Así que acorta los juegos con su hija y se asean rápido. A las 7:30 ambas bajan a la primera planta donde se encuentran con la madre de la diseñadora..

- Madrugaron, eh? - habla Brenda sin mirar a su hija que en ese momento está concentrada en la pantalla del teléfono que anuncia un mensaje entrante de su novio.

- Sí - contesta seca hacía su progenitora - Amaia salutta tua nona (Amaia despídete de tu abuela) - le pide a la nena.

- Adiós abuela - la nena abraza a su abuela.

- ¿A dónde van tan temprano? - pregunta Jacob entrando en la cocina.

- Henry nos ha invitado a desayunar papá, pasaremos la mañana con él - Becca no es capaz de mentirle a su padre y por eso decide decirle una verdad a medias.

- Disfruten su desayuno entonces - Jacob sonríe amable mientras su esposa hace una mueca.

- Gracias papá, te quiero - la diseñadora abraza a su padre y tomando fuerza besa brevemente la mejilla de su madre, aún sigue molesta con ella, pero sabe que no la vera en mucho tiempo, así que también la abraza, no de manera muy larga para que no sospeche nada - nos vemos - les dice y después de que Amaia abrace y bese a sus abuelos salen de la casa en donde ya les espera Henry sonriente.

Where we belongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora