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- Tenemos que hablar..

Esas habían sido las palabras que Chris pronunció, en cuanto Becca tomó su llamada. Tal vez debí saludar primero, pensó, pero ya era tarde para ello. Por eso sólo soltó un suspiro y aprovechando el silencio del otro lado de la línea continuó.

- Sé que estás en reposo, pero lo que tengo que decirte, debo hacerlo en persona....

Becca miró la hora en el reloj sobre su mesita de noche y suspiró.

- Ahora mismo no puedo recibirte, papá llegará con Amaia en un rato más y sabes bien que si ella te ve, no va a querer dormirse pronto... - humedeció sus labios y pasó una de sus manos por el cabello en un intento de acomodarse mejor - si estás de acuerdo podría verte el día de mañana entre las 9 y 10, después de dejar a Amaia en la escuela.

- Espera... ¿Vas a ir tú a dejarla? No se supone que aún debes estar en reposo?

- Me siento mejor, sólo saldré a dejarla y regresaré al departamento de inmediato, no es gran cosa, además no puedo abusar de la buena voluntad de papá, él tiene que atender sus propios asuntos y mamá lo necesita en la cafetería..

- Yo puedo llevarla..

- Por las circunstancias, preferiría que no...

- Puedo pedirle a Scott o Shanna que lo hagan... incluso a mamá.

- Eso resultaría peor... - Becca suspiró algo cansada, no tanto por hablar con él si no más bien por la posición en la que se encontraba su cuerpo - sólo no involucremos a más personas, yo la dejo y te espero en mi departamento para hablar.. okay?

- Becca.. esto es...

- Por favor ingresa al parqueadero subterráneo, no me gustaría tener a las personas fuera y dentro del edificio esperando el mínimo movimiento para crear más chismes.

Chris se dio por vencido, sabía que Becca no iba a dar su brazo a torcer aunque estuviera convaleciente, y mucho menos después de todo el revuelo que se ha armado en torno a ellos, las redes sociales y los diferentes medios de comunicación estaban llenos de comentarios mal intencionados, de suposiciones y señalamientos de dedo, que no dejaban bien parada a Becca, pues era ella el blanco de las más inescrupulosas acusaciones.  Así que lo mejor era sólo llevarle la corriente, al menos hasta que pudiera hablar con ella.

- Bien.

- Bien - repitió Becca y sin esperar más finalizó con la llamada.

El padre de Becca no estaba muy convencido con los planes de su hija, pero sabía que llevarle la contraria era inútil, por eso sólo se limitó a pasar la noche allí y prepararles el desayuno a la mañana siguiente.

- Al menos deberías considerar llevarte mi auto, no lo tienen fichado y te será más fácil evadirlos.

Becca lo pensó unos instantes su padre tenía un muy buen punto, sin embargo sabía que el espacio de la cajuela de su camioneta no sería suficiente para transportar los insumos que usa en la cafetería su padre y entonces desistió de la idea.

- Te lo agradezco papá, pero no es necesario.

- Como quieras - Jacob abrazó de lado a su hija y ella lo recibió con agrado sintiéndose como una niña pequeña segura en los brazos de su súper héroe favorito.

- ¡Amaia!, se nos hace tarde, apresúrate!! - Becca gritó desde el pasillo para que su hija no demorara más. Se arrepintió segundos después cuando no podía contener el ataque de tos que desató aquel pequeño esfuerzo.

- Mejor no vayas. - sugirió Jacob preocupado.

- Ha sido sólo un pequeño ataque de tos, me atraganté con mi propia saliva - mintió y fue salvada  por la repentina aparición de la pequeña sonriente.

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