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Becca casi ni duerme, el más mínimo movimiento de su hija en la cama le pone en modo alerta y la hace saltar en su puesto.

Aún así se levanta muy temprano, se da un rápido baño y se viste con un cómodo conjunto, mientras su cabello se seca lo deja suelto y enciende la cafetera y aprovecha el tiempo de espera para llamar a Gian.

- Esta mejor gracias, pero Fiore le ha dado dos días de reposo y prefiero no despegarme de ella..

- Entiendo..

- ¿Crees que puedas encargarte tú de recoger los documentos faltantes o es necesario que a fuerza vaya yo?

- No creo que haya mayor problema, pero por si acaso, envíame la copia de la orden de reposo firmada por Fiorella y así me respaldo..

- Perfecto, ahora la escaneo y te la envío.. - Becca deja el teléfono en la encimera y activa el alta voz para así tener las manos libres y alcanzar un jarro térmico de la alacena.

- Dale muchos besos de mi parte a Amaia.

- Lo haré, gracias.... Y Gian por favor mantenme informada..

- Despreocupate cariño.. te veo luego, besos..

- besos..

Becca apaga la cafetera, sirve el café en el jarro térmico y antes de que pueda darle un sorbo escucha la voz de Evans..

- Buen día..

De inmediato se tensa, pues ha recordado esa quemazón en su piel, en la comisura de sus labios para ser precisa, pero no puede, no quiere mostrar que ese acercamiento la ha afectado así que disimula o al menos lo intenta.

- Buen día..

- ¿Cómo amaneció?

- Aún duerme.. - contesta la diseñadora y con jarro en mano va hacia su despacho, seguida de cerca por Evans.

Becca escanea la orden y se la envia a Pietro, está tan concentrada haciendo lo suyo y tal vez por eso no ha notado la presencia del oji azul que la espera fuera del despacho recargando su cuerpo en la pared.

- ¿Qué? - le pregunta cuando por fin lo nota y sin ánimos de dejar que él le contesté se enfila de regreso a su habitación con la esperanza de mantener lejos al rubio, pero este la va siguiendo.

- ¿Puedo verla?

Becca se detiene y suelta un suspiro corto y una maldición en sus adentros.

- Claro...

Chris entra a la habitación detrás de Becca, Desde la esquina de la cama observa a su pequeña hija que duerme como un angelito, le enternece verla así y le tranquiliza también la ausencia de las ojeras que ayer marcaban sus ojitos.

El rubio acerca un poco más el banco de la peinadora que la diseñadora no devolvió a supuesto original la noche anterior y toma asiento bajo la atenta mirada de Becca, que toma la laptop y se acomoda en la cama recargándose en el espaldar.

En los siguientes treinta minutos la joven trabaja intercaladamente en el computador y su teléfono, siempre mirando de reojo al rubio y dando pequeños sorbos de la bebida caliente.

- Si tienes que ausentarte por tu trabajo, yo puedo hacerme cargo - propone Chris cuando la escucha bufar frustrada, al parecer algo en sus actividades no va bien o al menos eso es lo que él cree.

- Mejores propuestas me han hecho y he dicho que no.. - murmura entre dientes Becca como respuesta.

- ¿Qué dijiste?.. No te escuché...

- Que gracias, pero no gracias... yo me encargo..

- Necesitas que ayude con algo de la casa o..

- No es necesario Christopher, ya le envíe un texto a Lena con el listado de compras y en cuanto termine de enviar este correo, me encargaré de las cosas pendientes aquí..

Where we belongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora