040

2.6K 231 297
                                    

La mañana del miércoles Becca ha pasado la pagina de lo sucedido la tarde de ayer y ha dejado todo el asunto en manos de Gian y su bufet de abogados, por lo que ella se la pasa trabajando con su equipo en la oficina de Antonella, la mayoría de los materiales y elementos han llegado y ella no pierde tiempo para darle forma a los bosquejos que su amiga aprobó.

Amaia en cambio ha ido a los diferentes talleres que tenía programados, para sorpresa de Chris, sin que sea necesario pedirselo lo ha tomado de la mano y ya no a Lena. El cambio en la pequeña hacia él es notorio, le sonrie y le plantea conversacion todo el tiempo. Ella ha vuelto a ser esa pequeña revoltosa y amable que conoció en Boston.

Al medio día la asistente de Becca se despide del par, pues tiene algunas actividades que cumplir y el rubio está familiarizado con la ruta que deben seguir dado que la cafetería y el edificio de la siguiente clase de Amaia están a corta distancia y pueden llegar a pie sin problemas.

El par almuerza lo que la diseñadora ha preparado y empacado para ellos y mientras disfrutan de la deliciosa comida, conversan. Chris se siente en el deber moral de aclararle a su hija que no es correcto golpear a la gente, por mucho que se lo merezca..

- Amaia.. - la llama después de limpiarse la boca con una servilleta.

- Mhmh.. - la niña lo mira esperando que él continúe.

- Quiero hablarte de algo..

- Esta bien..

Chris no sabe bien como explicarse y por eso entre abre su boca varias veces sin decir realmente nada hasta formar una idea clara..

- La violencia... - empieza él.

- Está mal, lo sé.. - asegura la pequeña y toma un sorbo de su jugo para continuar - Pero el señor Tegen se lo merecía.. él no es un hombre bueno.. Y usted lo golpeó sólo por defender a mi mami.

La afirmación de la pequeña sorprende tanto como enternece a Chris y no puede negar que incluso siente algo de culpa, él debió estar siempre para protegerlas a ambas y no lo hizo.

- Así es, lo hice sólo por defender a tu mami.. - la sonrisa de la rubiecita se vuelve gigante - escucha... cuando alguien, una compañerita o amiguito te molesta, de cualquier forma, sea verbal o física, lo primero que debes hacer es pedirle que se detenga, si no te hace caso, pide ayuda a una maestra o a un adulto de confianza y si después de que el adulto le llame la atención o si el adulto no hace nada, el pequeño o pequeña continúa molestandote, entonces defiendete!! puedes estar segura de que tu mamá y yo.... - Chris se detiene abruptamente - yo... y.... y todos los que te queremos te respaldaremos.. - termina bajando la mirada, su rostro se ha vuelto sombrío, quisiera poder decirle que es su padre y que estará para ella allí siempre, pero entiende que no es momento y sale de su burbuja cuando siente la mano de Amaia sobre la suya.

- Gracias señor Evans.. - dice la pequeña e impulsandose sobre su silla deja un beso en la mejilla del rubio y hasta se abraza a su cuello.

A Chris se le corta el aliento y se le estruja el corazón, ella no debería agradecerle, aún así le brinda una sonrisa y palmea con suavidad la espalda de su hija y le acomoda el cabello cuando la ayuda a sentarse.

- No tienes nada que agradecer pequeña... - Amaia le sonríe y él imita el gesto - ¿Puedo pedirte un favor?

La rubiecita asiente con decisión.

- ¿Puedes volver a llamarme por mi nombre?

Amaia le muestra una amplia sonrisa.

- Si puedo Christopher.

- Dejémoslo en Chris, te parece?

- Okay Chris.

- Esa es mi niña!! - No lo ha pensado, sólo lo ha soltado y le ha salido de lo más profundo de su ser y es la mirada de ensoñación de Amaia la que le hace darse cuenta de su imprudencia - Quiero decir...

Where we belongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora