Habia tres cosas que Chris Evans no podía sacar últimamente de su cabeza. La primera, el gesto que Amaia había tenido con él al querer curarlo, la niña era muy dulce y considerada, y eso le dificultaba la tarea de no quererla, pero también tenía ese lado impertinente y metiche que le recordaba a su némesis.
La segunda y la tercera iban casi de la mano, a pesar de que hace ya tiempo él sabía de la relación amorosa de la diseñadora y la estrella de los Jets, que lo anunciarán así con bombos y platillos, le molestaba. ¿Cómo es que pueden ser tan cara duras?. Sí, está bien tenían derecho de armar su familia feliz, pero tenían que hacerlo en su cara? Era necesario aquello?. No podían mudarse al otro lado del mundo para poner en marcha su hermosa familia?. Como sea, la cuestión era ¿por qué le molestaba tanto a él que lo hicieran?, Sí, se puede justificar con que es un recordatorio de que fue traicionado, pero él ya lo había superado, No? Es decir, ahora tenía una nueva pareja, que daría todo por él, y aún así no entendía como es que no podía dejar de pensar en el beso que le robó a Becca, en la textura de sus labios, en ese sabor glorioso, y es que a pesar de que la ex morocha no estaba colaborando con él, se había sentido tan jodidamente bien, que necesitaba más. Desde aquella noche no había dejado de soñar con ella, que la besaba, que la hacía suya, y no es que dentro de él no viva un romántico, pero lo que Chris quería era placer, sexo, sexo del duro y aunque se sacaba las ganas con su novia, no estaba completamente satisfecho.
Evans soltó un bufido y dejó caer la pesa con frustración, últimamente ni el ejercicio lograba calmar su enojo y su ansiedad. Su departamento le resultaba molesto y aunque su novia hacía de todo para que él estuviera bien, nada era suficiente, de hecho hasta lo estaba empezando a cansar.
- Bebé me estas escuchando?
La modelo había estado hablándole desde hace media hora mientras se ejercitaban, pero apenas ahora él le ponía atención.
- Ah?
La de ojos turquesa hizo una mueca de disgusto - es en serio? - bufó, pero tomó un respiro hondo y se acercó a él - voy a estar una semana fuera, tengo este evento en Madrid y no puedo cancelarlo y me gustaría que vinieras conmigo..
- Sabes que odio esos eventos..
- A mi no es que me fascine tus mugrosos juegos, sin embargo ahí estoy siempre alentandote, entonces dime, te mataría ser un poquito recíproco?
- Jamás te he obligado a que vayas... de hecho tú y yo sabemos que vas, por tu propio beneficio, porque serás la sensación, estarás en las portadas de la revistas luciendo preciosa y siendo la envidia de tus "amigas" por obtener dos páginas de reseña de como te veías malditamente bien, mientras alentabas a tu novio que casualmente es el mejor jugador de la Liga.
- ¿Eso es lo que piensas? - la rubia estaba furiosa, sí había algo de verdad en las palabras de Evans, pero no era menos cierto que también lo hacía por que lo quería, de otra manera no aguantaría ese estúpido juego sin sentido.
- Sabes que sí.
- No te entiendo... hace un poco más de un mes, todo era perfecto entre nosotros, ¿qué está pasando?, ¿qué es diferente ahora?
Nada, ni una sola palabra, ni una mueca, ni un bufido o suspiro siquiera..
- Es por esa, no? Por la mamá de la niñita, tu ex noviecita... Dime Chris!! Es por ella?
Evans se puso de pie, y caminó hasta estar de frente a la rubia que se ejercitaba en la bicicleta estática, la tomó de la coleta para que levantara el rostro y con la otra mano apretó uno de los senos de la joven para luego besarla de manera muy ardiente haciéndole perder la razón, en un sólo movimiento la cargó para luego ponerla de cara contra la pared, de un sólo tirón bajo los shorts de la rubia y tras darle una nalgada la penetró, y empezó a embestirla con fuerza, arrancando jadeos y gemidos de la boca de Leslie que estaba loca de excitación, bombeo un par de veces más y tras un grito orgasmico de parte de la rubia, él alcanzó su propia liberación, salió de la joven y se acomodó la ropa - Estoy agotado, iré a tomar un baño - murmuró sin contestar la pregunta de su novia que por unos segundos lo miró perpleja y extasiada, ¿cómo es que lograba dejarla tan indefensa?, ¿cómo es que él podía hacer lo que quisiera con ella?
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Where we belong
Short StorySinopsis Por un malentendido preferí escapar a luchar por decir la verdad, él no quería escucharme, en ese momento me odiaba, sin importarle cuánto le decía que la situación no era como él la veía, pero no me escuchó, así que sólo hice mis maletas y...