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- ¿Estás segura de que no estamos rompiendo las reglas? - Darla sonaba preocupada, Becca carcajeó.

La verdad es que anímicamente se sentía mejor, los cuidados de su padre, el prolongado descanso del día anterior y los medicamentos, estaban haciendo efecto, aún tenía tos, estaba adolorida y por momento tenía jaqueca, pero era llevadera. Por eso decidió que sería buena idea trabajar en casa, sobretodo después de que su padre le dijera que llevaría a Amaia a que visitara a Brenda en la cafetería después de la escuela, enviará comida hecha en casa para que Becca almuerce, se aseguraría de que Amaia hiciera las tareas y estarían de regreso a las 7 de la noche, para cenar con ella.

- No tienes de que preocuparte, estoy cumpliendo con el reposo.

- Estás trabajando en casa - acotó Kassey.

- Pero no lo estoy haciendo sola, las tengo a ustedes dos aquí, facilitándome todo, además parte de las indicaciones era no agobiarme y si trabajo no me agobio.

- Si tú lo dices - Kassey se encogió de hombros, tomó su laptop y se sentó junto a Becca para darle un informe detallado del estado de los proyectos en los que está trabajando - como puedes ver, en su mayoría todo está avanzando de acuerdo a lo planificado, ayer llegaron los últimos muebles al edificio en New Haven, es cuestión de que revises el bosquejo y lo apruebes para proceder con la instalación, yo podría estar presente y hacer una videollamada para que lo supervises a distancia y no interrumpas tu reposo, o podemos postergar el ensamblaje unos días y así puedas dirigir todo de manera presencial.

- Eso me agrada más, no puedo fallarles, son quienes me abrieron la oportunidad de trabajar aquí, así que necesito estar presente.... - Becca revisaba la candelarización del proyecto en su iPad para constatar los tiempos - Darla... - la aludida levantó su mirada - por favor comunícate con los señores y re agenda una visita, coméntales que me gustaría reunirme con ellos para explicarles un par de cosas con respecto a la ubicación de los muebles.

- Ahora mismo jefa.

Avanzaron más de lo que Becca tenía previsto, estar en "actividad" le ayudaba a despejar su mente y por esos cortos periodos olvidar el caos que la envolvía.

Como lo había anunciado, su padre le hizo llegar comida para ella y sus acompañantes, no estaba muy feliz de que su hija no acabara el reposo como tal, pero al escucharle más animada, no pudo hacer otra cosa que apoyarle. El trío disfrutó de la deliciosa comida preparada por la madre de Becca, alabaron cada bocado y se permitieron distenderse un poco conversando de cosas poco importantes, pero amenas. Una vez saciadas, Darla se ofreció a levantar la mesa y limpiar el área que ocuparon mientras Becca y su asistente volvían al trabajo.

Era pasado las cinco de la tarde, la posición que la diseñadora tenía empezaba a molestarle la espalda, pero estaba determinada a terminar con su labor. Kassey le recordó que era hora de su medicamento, se lo acercó y después de ello le entregó el muestrario que su jefa necesitaba. Becca lo recibió con una sonrisa, dejó de lado la laptop y volcó su atención al iPad en sus manos, acomodó sus anteojos, entrecerró los ojos intentando ver mejor y al no lograrlo hizo una mueca - creo que debería proyectar esta imagen en el televisor, porque me es muy difícil visualizar los patrones en esta imagen...

- ¿Quieres que lo encienda por ti?

- Sí, por favor.

Sin más Darla tomó el control remoto que se encontraba en la mesita de centro y encendió la televisión.

Ojalá no lo hubiera hecho.

- No hay razones para afirmar lo que sostienes - era un panel de cuatro reconocidos personajes de prensa rosa que discutían acaloradamente - No podemos hablar de engaño cuando no los hemos visto juntos.

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