Where we belong

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Becca y Chris no habían tenido mayor contacto desde aquel sábado en que la diseñadora fuera a retirar a su hija y se encontrara con la noticia de que Leslie estaba ahí. Si a caso intercambiaron  un par de textos acordando que toda esa semana Amaia la pasaría con Becca, pues a causa de su viaje a Nueva York, no habían convivido la pasada y madre e hija se extrañaban.

De alguna manera, aquello le dio un respiro a Chris, aún no tenía idea de cómo hablar con Amaia sobre Leslie y entre más lo pensaba, más se atormentaba.

Por suerte Leslie no estaba dando tanta lata, había aceptado sin quejarse, el cambio de habitación, pues Chris no estaba dispuesto a dejar a la súper modelo en el espacio que Becca había hecho suyo y siendo sincera ella tampoco disfrutaba estar en contacto con las pertenencias de la diseñadora. Por lo demás, era Martha, quien se encargaba de atender toda necesidad, capricho y gusto de la rubia. Chris a penas y se asomaba en la habitación un par de veces al día como para checar que aún vivía y cumplir con su cuota de interacción. Lo que a Leslie la tenía dolida y molesta, pero no lo demostraría, de lo contrario sus planes de reconquista se echarían a perder, por eso había optado por comportarse de manera cálida y comprensiva en los pocos minutos que el rubio le dedicaba.

A media semana por la tarde, casi noche, Chris fue a visitar a su madre, con la esperanza de que ella tuviera la solución para su reciente dilema o al menos lo escuchara sin juzgarlo.

- ¡Mamá, estoy en casa!

- ¡En la cocina! - fue la respuesta de Lisa y él se encaminó hacia el lugar indicado con una sonrisa, estando en casa parecía que los problemas no existieran. Estaba dispuesto a molestar a su madre, pero todo intento quedó en nada pues le sorprendió encontrarse con su hija ahí.

- ¿Qué haces aquí pequeña?

La nena no alcanzó a contestar pues en ese instante Becca entraba por la puerta trasera luciendo agotada.

- ¡Ya estoy aquí! - Becca se detuvo en cuanto divisó a Chris - ho... hola...

- Hola.. - Chris vio a Becca.

- Parece que cenaremos en familia - sonrió Lisa mirando a su nieta con complicidad.

Ninguno pudo oponerse, Lisa dispuso los platos en la mesa con ayuda de Amaia. Becca intentaba ser útil y buscaba algo que hacer, mientras Chris rondaba sin saber que hacer.

Durante la cena, Amaia les contaba sobre las actividades del día, la pelea de dos de sus compañeros de clase y el empate que tuvo con Kenny DuPont en la evaluación de matemáticas. Todos la escucharon atentos y emocionados por su gran elocuencia. Todos excepto Becca, que parecía distraída, que si bien sonreía a las palabras de su hija, no se involucró tanto como Chris que le hizo preguntas y que incluso jugó con ella un par de veces haciéndola reír. Al terminar, Lisa se llevó a la nena con algún pretexto raro, mientras Becca y Chris levantaban la mesa y lavaban los platos.

- No sabía que vendrías a visitar a mamá.

- No fue tanto una visita.

- ¿Ah no?... entonces...

- Olvidé que había cambiado la cita con mi psicólogo y pues necesitaba alguien que cuidara de Amaia después de clases, mis padres y Josh tenían ocupaciones y solo se me ocurrió llamar a Lisa.

- ¿Por qué no me llamaste?

- Pues... bueno.. si siguiéramos el horario normal, Amaia estaría contigo, pero como esta semana habíamos hecho otro acuerdo... supuse que estarías ocupado.. no sé... no quise... molestar.

- Becca, se trata de mi hija, nada es más importante que ella.. debiste llamarme.. -aseguró el atleta intentando que ella lo mirara - Espero lo tengas en cuenta la próxima vez.