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El viernes por la mañana desayunan tranquilos, Becca no ha olvidado la travesura de Amaia, pero prefiere que la primera comida del día se de en santa paz.

Sin embargo cuando ya todos están aseados y listos para cumplir con sus actividades la diseñadora llama a su hija...

- ¿Cómo estuvo tu día ayer sole mio?

- Decente.. - responde la niña, obviamente no se va a vender sola y su madre lo sabe.

- ¿Tienes idea de como fue que Christopher terminó con toda la cara llena de pintura neón?

El rubio levanta su mirada hacía donde el par de féminas se encuentran cuando escucha su nombre.

Amaia se tensa está segura que Antonella no le contaría su pequeña travesura a su madre, o si?, luego se le ocurre que pudo haber sido el rubio quien la delató, pero eso no tendría sentido pues se estaría delatando así mismo, sea como sea ella negara todos los cargos que le imputen..

- No sabrá controlar su arte.. - la descomplicación con la que habla Amaia está molestando a su madre.

-Okay, basta de juegos señorita, te di la oportunidad de admitir tu error y no sólo no lo hiciste, si no que además me mientes, ¿qué está pasando contigo Amaia?

La pequeña rubiecita se muerde el labio antes de entre abrir su boca un par de veces y volverla a cerrar mientras en su mente empieza a maquinar una defensa, pero es su padre quien interviene primero.

- En realidad... gran parte es mi culpa, Amaia y yo hicimos una apuesta y yo perdí... - dice Chris acercándose al par, la pequeña lo mira con algo de sorpresa y Becca con incredulidad - su trabajo fue impecable y por eso su premio fue pintar mi rostro, si yo hubiera ganado le hubiera pintado la cara como un gatito, pero ella es demasiado buena.

Amaia sonríe, al pensar que le gustaría que le pintaran la cara como un gatito, pero luego frunce el ceño cuando se detiene a pensar el por qué Evans ha decidido ayudarla.

- Entonces sugieres que crea que todo fue un inocente juego entre pa.. - Chris abre mucho los ojos cuando entiende la palara que Becca va a usar y eso hace que la propia diseñadora asimile lo mismo y reemplaza la palabra - entre ustedes dos par de.... de...

- Artistas!! - rescata Chris.

Becca respira con alivio, le da una corta mirada al atleta y luego mira a su hija para acercarse más a ella.

- No me creo está historia, pero si espero que empieces a portarme como la niña educada que eres y de la que estoy orgullosa.

Esas palabras le han dolido más que cualquier castigo a la pequeña que agacha su cabeza para mirar al piso.

- Christopher, acompañame a mi despacho por favor..

Chris le da una mirada de pena a su hija sin que está lo noté y finalmente asiente y sigue a la diseñadora.

- Que sea la última vez que mientes por cubrir a Amaia - es lo primero que Becca suelta cuando el rubio se acomoda en el sofa frente al escritorio de la diseñadora - Ser padre significa amarla y cuidarla, pero no tiene nada que ver con alcaguetiar su mal comportamiento, entiendo que quieras ganártela, pero enseñarle que debe mentir para librarse de su responsabilidad o de afrontar sus errores, no es la mejor manera, me he esforzado mucho por criarla con valores, para que tú cada tanto le envíes mensajes equivocados.

- ¿Te escuchas cuando hablas? - interrumpe el rubio.

- Perfectamente.

- Rebecca, Amaia es una niña de 5 años, hizo una pequeña travesura y tú la tratas como si fuera una criminal..

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