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Cuando el rubio estaciona el auto en el parqueadero subterráneo del edificio, se apresura a ayudar a Becca con Amaia que está dormida, pero ella no se lo permite.

- Puedo sola - le dice con molestia mientras acomoda la manta para que no se caiga y empuja la puerta del auto con su trasero para cerrarla.

Chris intenta ser útil llamando el ascensor, presionando el botón del piso al que van y abriendo la puerta del departamento para ella, pero la escucha bufar, a pesar de ello él camina muy cerca de ella, aún cuando la diseñadora entra en su habitación para recostar a Amaia y al voltearse se golpea de lleno con el pecho del atleta que la sostiene para que por el rebote no caiga encima de su hija.

- ¿Qué haces? Sal de mi habitación - murmura aunque el tono de reclamo está implícito y el ligero empujón que le da para apartarlo lo confirma.

- Sólo quiero ver a mi..

- No te atrevas... - amonesta la diseñadora.

- A Amaia.. - cede.

Becca pone los ojos en blanco, acomoda a la pequeña de lado en la cama, haciendo una especie de fuerte con los almohadones para sostenerla y es que no quiere correr el riesgo de que Amaia pueda atragantarse con su propio vómito, la abriga, deja un beso en su frente y se hace a un lado para que Chris se acerque, el rubio se pone de cuclillas, traga saliva duro, aunque la pequeña esta dormida se puede ver lo decaida que esta y el moreton que le ha dejado la via en el dorso de su manita derecha le parece brutal, el oji azul exhala de manera pesada y tembloroso acaricia suavemente la cabecita de la rubiecita y deja un suave beso en el mismo lugar.

- Suficiente, sal... - ordena Becca parada en la puerta de la habitación y puede ver el enojo descarado en los ojos azules que la miran - hay que déjarla descansar..

Chris hace una mueca, mira a su hija y con paso pesado sale de la habitación, Becca cierra la puerta detrás de él, exhala con cansancio, se retira la chaqueta de Pietro, cambia su pijama, pues siente el olor a medicamento en la que está puesta y eso consigue marearla un poco, se pone también su bata de dormir, acerca el banquito de la peinadora a la cama, se sienta en silencio y por largo rato observa a su hija y lo frágil que se ve, todo en conjunto le estruja el corazón, pero se contiene.

Está agotada y hambrienta, ha esperado un poco más de media hora antes de arrastrar sus pies hasta la cocina, no quiere encontrarse con Chris y tiene la esperanza de que él se haya encerrado en su habitación o qur la tierra se lo haya tragado.

Con desgano saca del refrigerador el cartón de jugo de manzana, un paquete de jamón y el queso, asienta todo en el mesón y de la alacena saca un paquete de pan en rodajas, casi como un robot se prepara un sándwich prensado, deja todo de nuevo en su lugar y lleva su pequeña comida hacía la mesita en el balcón, sin embargo no toma asiento, ella se recarga en el balcón y observa como el paisaje se torna naranja. De vez en cuando va dando pequeños mordiscos a su sándwich y tragos cortos de su jugo, ni siquiera lo disfruta sólo come porque tiene hambre y sabe que lo necesita.

Ha terminado su comida y mira el horizonte mientras un pequeño camino de lágrimas bañan sus mejillas y llega un punto en el que se quiebra, no puede resistir más, nunca antes había tenido que llevar a Amaia al hospital por una emergencia, siempre habían sido visitas programadas, ya sea por vacunas o revisiones de rutina con la pediatra.

En el ambiente aún se siente ese calorcito veraniego acompañado de una leve brisa, pero ni eso logra calmarla, aun está asustada y siente la sensación de impotencia recorrerle el cuerpo, jamás se sintió tan perdida e inútil.

*Ya estamos en casa* intenta repetirse mentalmente para fortalecerse y tranquilizarse, pero le cuesta, así pasa cerca de veinte minutos sollozando e intentando serenarse, sabe que debe volver con Amaia, y mostrarse serena en caso de que la nena llegara a despertarse, por eso respira profundo, limpia su rostro con las mangas de la bata, cierra sus ojos y recibe la agradable brisa en su rostro.

Where we belongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora