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— Kyungmin, tú ves a esta criatura tranquila, pero pega y pega duro—dijo de forma dramática viendo a Mingi que jugaba con dos sorbetes aburrido sin hacer nada, se veía entretenido haciéndolos girar— y también muerde—lo miró ofendido cuando le mordió el dedo en juego— ¿sabes quien también muerde? Este animal salvaje de acá—puso su mano sobre la cabeza de Wooyoung que era el que tenía al bebé en sus piernas y que también se estaba quedando dormido— son dos salvajes con caras de ángeles—sonrió cuando ambos voltearon a verlo— ven con tío Sannie.

— Tú también muerdes—se quejó Wooyoung.

— Cállate duende, ¡ay!—exclamó cuando Kyungmin le jaló el pelo— ya, ya.

— Eso Kyungmin, jalale el pelo—alentó Wooyoung.

— ¿Qué está pasando acá? Estamos de noche en un avión, bajen el tono de voz o los van a regañar—regañó Seonghwa viendo a sus tres hijos.

— Es San—acusó Mingi y San volteó a verlo indignado.

— Ay si, el angelito.

— De hecho, es la primera vez que habla en todo el día—volvió a hablar Wooyoung— últimamente estás muy callado.

Mingi miró a San y luego siguió soplando el sorbete como si nada pasara, él no había dicho nada.

Cuando llegaron a Corea sintieron como si hubieran entrado en la Antártida, bueno, no tan así pero si hacía frío. El padre de Hongjoong los había ido a buscar, todos parecían que se iban a desmayar del cansancio en algún momento, no habían podido dormir bien.

— Y bien ¿Qué quieren comer?—preguntó Seonghwa viendo a sus hijos regados por todos lados y a Hongjoong durmiendo en las piernas de su padre mientras que este lo mimaba, parecía cómodo.

— ¿Podemos pensar en comida en otro momento? Creo que moriré del cansancio—se quejó Jongho.

— Entonces ve a acostarte como hizo Sannie y mi papá—Yeosang lo miró con obviedad.

Yunho se sentó en la cama de su hermano y suspiró acariciando su cabello, le quería robar la cobija a su hermano, se veía cómoda aunque pareciera pesar unos veinte mil kilos, era peludita aunque también se podía utilizar cuando hacía calor, su cerebro no parecía procesar eso en ese momento, estaba muy cansado.

— ¿No tienes sueño? Mira, aquí están Donald, Mickey y Buba para hacerte compañía—dejó los peluches a su lado y suspiró. Le habían comprado dos peluches para que se olvidara de Buba en todo el viaje en el cual nunca estuvo porque lo había olvidado, él le había comprado un Pato Donald porque sabía que le gustaba y sus padres un Mickey de colores solo para que le llamara la atención y se mantuviera entretenido un rato y olvidara a Buba, había amado a los dos apenas los había visto y no los soltaba— descansa—lo despeinó cuando se quedó dormido y salió a ver a Jongho, su papi le había explicado como utilizar el nebulizador para cuando él no estuviera porque Hongjoong no entendía como usarlo ni con instrucciones.

— Hyung...está cansado, duerma—pidió al ver a Yunho dormitando mientras esperaba a que el vapor acabara.

— Tranquilo Honnie, ya se terminó, descansa tú ¿sí? Buenas noches lindo.

Despertó temprano porque la casa no podía mantenerse en silencio, quería seguir durmiendo pero el ruido no lo dejaba. Estaba mal en ese momento, no quería hacer nada. Tzuyu le había dicho que se mudaria de país y que su relación ya no podía seguir, habían terminado en buenos términos y seguían siendo amigos pero dolía, su pecho dolía, no se sentía con ganas de hacer algo pero debía ayudar a su papá a controlar al zoológico de su casa porque su papi debía trabajar.

 𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora